Basilio Mené:
Basilio Mené Cáncer nació en Alcubierre (Huesca), el 22 de marzo de 1.899.
Buscando un mejor futuro, se traslada a Barcelona donde encuentra trabajo en una empresa de cableado eléctrico, y allí fragua su amor con Mª Teresa Lasheras.
La pareja vive con ilusión el advenimiento de la República, y tras el golpe del 18 de julio, se alistan en el Partido Comunista ejerciendo una militancia muy activa, y defendiendo el bando republicano durante la Guerra Civil.
Al finalizar la Guerra Civil, Basilio se dirige a Francia junto con Mª Teresa, siendo internado al llegar en el campo de Saint-Cyprien, donde, junto al resto, solo encontró alambradas, playas desnudas y el trato vejatorio de los guardias. Para poder salir del campo, se alistó en la C.T.E. nº 172, siendo enviado a una base militar polaca cerca de Burdeos, donde trabajó hasta la invasión alemana.
Basilio Mené Cáncer nació en Alcubierre (Huesca), el 22 de marzo de 1.899.
Buscando un mejor futuro, se traslada a Barcelona donde encuentra trabajo en una empresa de cableado eléctrico, y allí fragua su amor con Mª Teresa Lasheras.
La pareja vive con ilusión el advenimiento de la República, y tras el golpe del 18 de julio, se alistan en el Partido Comunista ejerciendo una militancia muy activa, y defendiendo el bando republicano durante la Guerra Civil.
Al finalizar la Guerra Civil, Basilio se dirige a Francia junto con Mª Teresa, siendo internado al llegar en el campo de Saint-Cyprien, donde, junto al resto, solo encontró alambradas, playas desnudas y el trato vejatorio de los guardias. Para poder salir del campo, se alistó en la C.T.E. nº 172, siendo enviado a una base militar polaca cerca de Burdeos, donde trabajó hasta la invasión alemana.
Cuando las autoridades de Vichy crean los Grupos de Trabajadores Extranjeros, Basilio es enviado a Rouen, en Normandía, donde es empleado en una cantera por la iniciativa de un empresario español que trabajaba para los nazis.
Cuando se entera de que Mª Teresa ha sido enviada a Gardanne, decide ir a su encuentro, con lo que cruza la “Línea de Demarcación” (frontera que separaba las dos Francias) en un difícil viaje en tren. Tratar de escapar de los alemanes en aquellas circunstancias era algo muy temerario, pero aún así se subió a un tren para intentar acercarse a la Línea de Demarcación, sin ninguna documentación, y viendo que “los policías alemanes estaban muy ocupados cacheando a un grupo de muchachas” que viajaban en su vagón, no se bajó hasta cruzar la línea, dirigiéndose a Marsella en primer lugar, y ayudado por otros españoles, llegando a Gardanne y encontrándose con su mujer finalmente.
Una vez juntos, en Gardanne, Basilio entra a trabajar en una mina como picador de fondo para obtener la documentación sin demasiadas formalidades, y al poco tiempo reemprenden la lucha antifascista, entrando en contacto con la Resistencia, y participando activamente en labores de distribución de propaganda antinazi, organización de huelgas, y toda clase de sabotajes.
En octubre de 1.943 Basilio es detenido por la policía de Vichy, en una redada en la mina, en posesión de algunos impresos comprometedores, y, con el fin de avisar a sus compañeros de su detención para que pudieran huir, en uno de los traslados, Basilio se tiró debajo de un camión para organizar revuelo entre los mineros. La policía, pensando que era un intento de fuga le disparó hiriéndole en las piernas, pero Basilio logró su objetivo puesto que mientras lo atendían en la acera, logró contactar con un español que se le acercó y le pudo informar para que avisara a todos los compañeros que corrían peligro por la documentación que guardaba en su casa.
Tras unos duros interrogatorios de la policía en Marsella en los calabozos de la Prèfecture, seguidos de los de los servicios especiales antiterroristas que casi le desollan vivo, y después de pasar un mes en la enfermería de la prisión Aix-en-Provence, fue trasladado a Lyon, donde fue procesado junto a otros españoles, sin estar presentes ante el juez, y como él dijo: “…debimos ser condenados a muerte, puesto que, una mañana de abril de 1.944, nos sacaron de la cárcel de Lyon a cerca de 800 presos, nos metieron en vagones de mercancías y nos llevaron al campo de Dachau. En lugar de fusilarnos habían preferido vernos morir lentamente”.
Cuando se entera de que Mª Teresa ha sido enviada a Gardanne, decide ir a su encuentro, con lo que cruza la “Línea de Demarcación” (frontera que separaba las dos Francias) en un difícil viaje en tren. Tratar de escapar de los alemanes en aquellas circunstancias era algo muy temerario, pero aún así se subió a un tren para intentar acercarse a la Línea de Demarcación, sin ninguna documentación, y viendo que “los policías alemanes estaban muy ocupados cacheando a un grupo de muchachas” que viajaban en su vagón, no se bajó hasta cruzar la línea, dirigiéndose a Marsella en primer lugar, y ayudado por otros españoles, llegando a Gardanne y encontrándose con su mujer finalmente.
Una vez juntos, en Gardanne, Basilio entra a trabajar en una mina como picador de fondo para obtener la documentación sin demasiadas formalidades, y al poco tiempo reemprenden la lucha antifascista, entrando en contacto con la Resistencia, y participando activamente en labores de distribución de propaganda antinazi, organización de huelgas, y toda clase de sabotajes.
En octubre de 1.943 Basilio es detenido por la policía de Vichy, en una redada en la mina, en posesión de algunos impresos comprometedores, y, con el fin de avisar a sus compañeros de su detención para que pudieran huir, en uno de los traslados, Basilio se tiró debajo de un camión para organizar revuelo entre los mineros. La policía, pensando que era un intento de fuga le disparó hiriéndole en las piernas, pero Basilio logró su objetivo puesto que mientras lo atendían en la acera, logró contactar con un español que se le acercó y le pudo informar para que avisara a todos los compañeros que corrían peligro por la documentación que guardaba en su casa.
Tras unos duros interrogatorios de la policía en Marsella en los calabozos de la Prèfecture, seguidos de los de los servicios especiales antiterroristas que casi le desollan vivo, y después de pasar un mes en la enfermería de la prisión Aix-en-Provence, fue trasladado a Lyon, donde fue procesado junto a otros españoles, sin estar presentes ante el juez, y como él dijo: “…debimos ser condenados a muerte, puesto que, una mañana de abril de 1.944, nos sacaron de la cárcel de Lyon a cerca de 800 presos, nos metieron en vagones de mercancías y nos llevaron al campo de Dachau. En lugar de fusilarnos habían preferido vernos morir lentamente”.
Una vez en Dachau, estuvo en la barraca 19, la de cuarentena, y tras el desembarco del 6 de junio del 44 por parte de los aliados en Francia, es trasladado a un Komando, el de Kente, para trabajar con otros presos soviéticos y polacos, desescombrando las zonas bombardeadas, tarea muy peligrosa puesto que, a la falta de comida, había que sumarle que mientras estaban desescombrando los aliados seguían bombardeando, y los SS remataban a los heridos, por leves que fuesen.
En el Komando Kente, tenían como kapo a un ex brigadista internacional que procuro ayudar a los prisioneros, en especial a los españoles, y que les informó de una conversación que había escuchado a los oficiales de la SS en la que decían que, ante el avance aliado, si no podían evacuar el campo, exterminarían a los presos.
Cuando los españoles del komando vieron a los SS evacuar sus pertenencias, se escaparon, refugiándose en un bosque cercano hasta la llegada de los aliados, pero su sorpresa y decepción llegaron cuando los americanos les dijeron que “no querían saber nada de ellos”, por lo que decidieron formar un “comité internacional” para tratar de atender a los enfermos y extenuados, sobreviviendo gracias a los alimentos que les daban los soviéticos, y a que algunos franceses, burlando la vigilancia americana, consiguieron ir a pedir ayuda a las unidades francesas que se encontraban cerca de allí.
Tras la liberación, Basilio logró salir de Dachau con vida, pesando 40 kilos, y regresó a Francia a primeros de mayo de 1.945, reencontrándose allí con Mª Teresa.
Establecidos en Francia, Basilio trabaja en diversos lugares, entre ellos, realizando labores portuarias, acabando antes de su jubilación trabajando como carpintero.
Una vez jubilados, volvieron a España, instalándose en Alcubierre, donde permanecieron hasta el final.
La historia de amor de Mª Teresa y Basilio resistió todos los embates de la vida, y solo la muerte los pudo separar.
Tras la muerte de Mª Teresa, para Basilio ya no tenia sentido seguir viviendo, y se dejó morir, muriendo de pena en Huesca, 7 meses después, el 25 de noviembre de 1.995 a los 96 años.
En el Komando Kente, tenían como kapo a un ex brigadista internacional que procuro ayudar a los prisioneros, en especial a los españoles, y que les informó de una conversación que había escuchado a los oficiales de la SS en la que decían que, ante el avance aliado, si no podían evacuar el campo, exterminarían a los presos.
Cuando los españoles del komando vieron a los SS evacuar sus pertenencias, se escaparon, refugiándose en un bosque cercano hasta la llegada de los aliados, pero su sorpresa y decepción llegaron cuando los americanos les dijeron que “no querían saber nada de ellos”, por lo que decidieron formar un “comité internacional” para tratar de atender a los enfermos y extenuados, sobreviviendo gracias a los alimentos que les daban los soviéticos, y a que algunos franceses, burlando la vigilancia americana, consiguieron ir a pedir ayuda a las unidades francesas que se encontraban cerca de allí.
Tras la liberación, Basilio logró salir de Dachau con vida, pesando 40 kilos, y regresó a Francia a primeros de mayo de 1.945, reencontrándose allí con Mª Teresa.
Establecidos en Francia, Basilio trabaja en diversos lugares, entre ellos, realizando labores portuarias, acabando antes de su jubilación trabajando como carpintero.
Una vez jubilados, volvieron a España, instalándose en Alcubierre, donde permanecieron hasta el final.
La historia de amor de Mª Teresa y Basilio resistió todos los embates de la vida, y solo la muerte los pudo separar.
Tras la muerte de Mª Teresa, para Basilio ya no tenia sentido seguir viviendo, y se dejó morir, muriendo de pena en Huesca, 7 meses después, el 25 de noviembre de 1.995 a los 96 años.
Fuentes: El Holocausto de los Republicanos Españones (Ed. Belacqva), Diario del alto aragon.
"El ruido de un beso no es tan fuerte como el de un cañón, pero su eco dura mucho mas" - Oliver Wendell Holmes
34 Comentarios: (+añadir comentario?)
La verdad es que, aunque dura como todas, esta es una de las más bellas que te he leído. Además creo que la has escrito con un afecto especial.
Muy receptivo eres, macgo :). Si, me inspira una ternura especial esta historia, pues tiene unos valores muy concretos...
Besos
Completamente de acuerdo con Miguel, aunque dura, tiene un final feliz.
saludos
Si Oscar, para mi es de los mejores finales de todas las historias que he subido hasta ahora.
Saludos
Lo dicho en la otra entrada: qué coraje, qué entereza, que ejemplo de lucha por unos ideales.
¿De que material estarán hechas algunas personas para resistir tanto, para sufrir tanto y seguir vivas? ¿Cómo caben tantas calamidades en una sola vida?
Un saludo.
Cayetano, probablemente la diferencia esté en cómo se interiorizan y enfocan esas vivencias. Esta gente es generosa por naturaleza.
Un saludo
Parece mentira que ni la distancia que les separaba, ni las desgracias vividas no hayan supuesto barreras para seguir amándose i arriesgar incluso la vida propia.
Precioso relato. Felicidades!
Gracias, Joanfer! Estaban hechos el uno para el otro.
Un abrazo.
Gracias Nikkita, Yo sabia que habían pasado mucho, pero gracias a ti he podido saber toda su historia. Cuando los conocí eran todavía tiempos difíciles y los mayores no contaban nada. Y al no vivir en Huesca no pude leer este artículo.
Un fuerte abrazo
Gracias a ti Josefina!!. No hay mucha más información de ellos. El artículo del Diario resume los testimonios del libro, y creo que hay otro testimonio de tu tio en otro libro: "Los cerdos del comandante. Españoles en los campos de exterminio nazis", pero la información es la misma.
Un fuerte abrazo.
Nikkita no era posible contar la historia de teresa sin contar despues la de su marido, ambas que son solo una, ademas de enternecedora, es valiente. Las necesidades te hacen ser fuerte y grande, perder miedo al miedo y reirte del hambre, confiar y premiar esa confianza y es que la necesidad obliga...
Triste historia pero de la que debemos aprender mucho...
un abrazo
Hola Nikkita, detras del sufrimiento, de las separaciones y privaciones hay verdadera historia de amor. Capaz de sobrevivir a torturas y alambradas. Una vida sin duda vivida a tope.
(... y muy bien documentada por cierto)
Un beso
Nikkita...
Trabajos duros, salieron de una guerra para meterse en otra, una vida llena de aventuras, y, sobre todo, amor, mucho amor, que es el que se profesaban, puesto que tenía que ser de acero para aguantar tantas penúrias. La prueba es que él se dejó morir, ya no tenía la vida sentido...
Muchos besos.
Fijese que despues de tantas penalidades fue a perder las ganas de vivir cuando le faltó ella. Todo lo soportó menos eso.
Pobre hombre, menudo destino le tocó, nada menos que Dachau! No me puedo ni imaginar lo que sería con 40 kilos. Me sigue pareciendo increible que despues de esas penosas condiciones, que de algun modo tienen que afectar a los organos vitales, puedan llegar casi a centenarios. Que naturaleza, madame, y a mi que un resfriado ya me tumba! Yo hubiera caido en el primer round.
Buenas noches, madame
Bisous
MJTH, claro, esta es una historia de dos, y hay que contar las dos partes. Si se pueden sacar muchas enseñanzas de ella.
Un abrazo.
Katy, vivida a tope, y utilizada para ser una autentico referente para quienes les rodeaban o conocían.
Muchas gracias por seguir pasando, y ya no de puntillas ;).
Un beso.
Querido Félix, si señor, toda una Vida, con mayúsculas, y no ya una historia de amor, sino de almas gemelas, que se muestra con el final.
Muchos besos.
Así es Madame, es lo único que pudo vencerle. Y como ya os he dicho en otras ocasiones... no os menospreceis... jijiji... seguro sacaríais fuerzas de donde menos lo pensáis.
Buenas noches, madame.
Besos
¡Qué heroismo el de este hombre!. Primero aguantó a la policía de Vichy, luegto a los antiterroristas y, finalmente, loas penalidades de Dachau. Es un superviviente nato, hasta que decidió dejar de serlo. Después de una vida tan dura y dolorosa, fue a morir de amor. Cómo se cruzan la vida y la muerte constantemente, sin que nos demos cuenta...
Besos, Nikkita. Y gran relato.
Esperaba la historia del "chico de la película", y de verdad que no desmerece para nada la de la heroína. Lo malo de todo ésto es que lo contado fue real y se padeció porque a unos cuantos así lo quisieron.
Qué buen blog tienes amiga mía!.
Un fuerte abrazo.
Así es meg, fué un superviviente nato hasta el final, pues la decisión fue exclusivamente suya.
Gracias!. Un beso
Ches, cada uno de ellos con su historia individual hacen una gran historia conjunta, pero ninguno desmerece al otro.
Muchas gracias, amiga!!.
Un fuerte abrazo
Ya hay que tener amor a unos ideales para aguantar y aguantar a pesar de los pesares.... desde luego hay que verse en la situación... y ser de una pasta especial
Hola Jose Luis, como bien dices, hay que verse en la situación... Esta gente tenia esa pasta especial.
Saludos
Una vez más te has superado. Cuando parece que has tocado techo nos sorprendes con una nueva historia que nos toca fibras nuevas.
Un final increible, una vez más gracias, por ofrecernos tanto y por superarte cada vez.
Un besazo amiga!
Marga
Queridisima Marga, gracias a ti por tus ánimos constantes. Espero que si vuelves a pensar que he tocado techo me lo digas antes :).
Un besazo enorme!!
El amor, en algunos casos, es tan fuerte que ante los ojos de los demás resulta tremendamente hermoso.
Lo debió de pasar muy mal cuando estuvo en los campos, pero seguro que lo que más le dolió no fue eso, sino tal y como demostró en sus últimos días no estar al lado de su mujer.
Un abrazo
Hola gata! así es, la diferencia es que estando en los campos sabia que tarde o temprano la volveria a encontrar. En los campos cada uno se aferraba a su propia esperanza y eso a muchos les ayudo a sobrevivir.
Un abrazo.
NIKKITA
Saudades..
Por onde andas?
Te espero em mi poesis,
Un besito
Hola Lili!, un poco liada, pero me pondre al dia esta semana, no te preocupes :).
Muchos Besos
Hola Nikkita:
Hay historias como estas que desconocemos.
Me ha gustado mucho el final.
Saludos
Hola Manuel!, si hay muchas historias aun desconocidas. Poco a poco algunas las vamos conociendo aquí, pero también las hay que ya nunca se conocerán.
Gracias por la visita y el comentario!.
Saludos
Estupenda historia. Muy bonita. Saludos.
Gracias Anrafera, si es bonita. Veo que te estás poniendo al dia de todas las entradas!.
Saludos
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