Guernesey, Sark, Jersey y Alderney (Aurigny) fueron ocupadas por los alemanes en verano de 1.940. Alderney fue evacuada en la primavera de 1.940, pero Sark, Jersey y Guernesey fueron ocupadas por los nazis con todas las poblaciones. La de Sark fue deportada totalmente a Alemania, excepto 6 hombres que, junto con algunos hombres enviados de Guernesey se quedaron para cuidar del ganado, vigilados por los SS.
A las defensas naturales de Sark, los nazis añadieron nidos de ametralladoras, y a las fortificaciones napoleónicas de Alderney, consideradas insuficientes por los alemanes, se añadieron más trabajos militares, sobre todo por la costa.
En Aurigny (o Alderney), antes de la guerra, algunos presos comunes fueron destinados a trabajar en la cantera de piedra existente en la isla. Durante la guerra instalaron un campo de concentración llamado Norderney, al que llegaron poco después los primeros prisioneros franceses condenados por las autoridades de Vichy, y tras ellos, los judíos casados con mujeres arias hacia los que, el enviarlos allí, se consideraba un trato de favor. Estos judíos, eran residentes en Francia y, para poder escapar a la deportación a los campos, tenían que conseguir 7 certificados que probasen la condición de aria de su esposa.
A mediados de 1.941, empezaron a llegar los primeros republicanos españoles, alemanes, norteafricanos, tres chinos y varios italianos.
Los alemanes llevaban el traje de rayas de los campos nazis, y eran presos comunes o asociales. Los españoles llevaban un brazalete con una R y una S (Rot Spanier - Rojo español), y los franceses se diferenciaban por una raya blanca pintada sobre la costura de las perneras del pantalón.
A principios de 1.942 llegaron los primeros prisioneros soviéticos. Fueron los únicos que conservaron sus prendas de orígen, con las que eran localizados fácilmente. Fueron el blanco preferido de los SS, y muchos murieron de forma atroz.
Por Aurigny pasaron unos 1.500 franceses, varios miles de soviéticos y unos 500 españoles.
Según el testimonio de Manuel Izquierdo, El 25 de julio de 1.941 unos 1.400 españoles fueron embarcados en el campo de Argèles-sur-Mer, a los que se sumaron otros 600 procedentes del campo de Rivesaltes. Tras atravesar la línea de demarcación, el convoy se dirigió al campo de Saint-Pierre-de-Quilvignon, donde se encontraban miles de esclavos de otras nacionalidades empleados en las fortificaciones del "Muro del Atlántico".
Ante las evasiones que se producían a diario, individuales y en grupo, llovían las amenazas y los castigos, y como los que más destacaban en estas "desapariciones" eran los españoles, se centró sobre ellos la "gran represalia", 300 de ellos fueron designados para ir a Alderney, y de éstos, 3 escaparon por el camino, por lo que el 3 de febrero de 1.942 llegaron al campo de Norderney 297 españoles.
Poco después, llegaban a la isla unos 3.000 soviéticos ucranianos, casi todos menores de edad, y empezaron las obras militares en la costa que se convirtieron en un infierno por los malos tratos, el hambre y la miseria.
Un tiempo más tarde, llegaron prisioneros de otras nacionalidades, más soviéticos, y otros 66 españoles.
Los alemanes tenían pensado emparedar en una especie de fosa común, llamada "el túnel", a los prisioneros, en caso de rebelión o desembarco aliado, y al no tener cámaras de gas ni hornos crematorios en este campo, a los muertos por epidemias por falta de agua potable (sobre todo Tifus), los emparedaban ahí. Otros presos fueron enterrados en zanjas comunes y quemados con gasolina, lanzados al mar para que se los comieran los tiburones, o metidos en las hormigoneras y diluidos en el mortero.
Norderney dependía de la administración de Neuengamme, cerca de Hamburgo, que era el campo principal, cuyos presos habían sido cedidos por la administración SS a una empresa de Coblenza, que, a su vez, los subarrendaba a los servicios militares alemanes, sobre todo a la Organización Todt y a la marina de guerra.
Según Manuel Izquierdo, la mole rocosa de la cantera había sido puesta al descubierto tras apartar la tierra de los alrededores. De ella extraían los bloques que eran cargados en los trenes para ser llevados a las trituradoras, donde se convertían en grava.
Las hormigoneras tragaban cemento y grava a toda marcha, y la mezcla se vertía en los encofrados de las fortificaciones o de los refugios subterráneos.
Trabajaban 12 horas diarias, cubriéndose con sus propias ropas, y cuando las tenían usadas y el calzado roto, tenían que usar un saco y andar casi descalzos.
En el camino a la cantera, los presos cogían la hierba y se la comían en el momento.
Los españoles consiguieron hacerse con un aparato de radio, y gracias a ello mantenían su moral, escuchando las noticias de Radio Londres.
El 7 de mayo del 44 se recibió la orden de evacuación del campo, y los prisioneros debían ser trasladados a Neuengamme vía Francia. Desde Cherburgo hasta Lille y Hazebrouck, un gran número de presos consiguieron escapar de los trenes ayudados por los ferroviarios, y los que fueron capturados de nuevo, algunos fueron fusilados en el acto, y el resto, fueron internados en los campos de Boulogne-sur-Mer (Francia), y Dixmude (Bélgica).
Los últimos presos que salieron de la isla lo hicieron la noche del 26 al 27 de junio, recién liberada Cherburgo. En Aurigny solo quedaron 20 republicanos españoles que tenían "trabajos especiales". Los presos fueron llevados a Guernesey donde permanecieron dos días, y de allí a Jersey, siendo evacuados a primeros de julio hacia el puerto bretón de Saint-Malo.
Uno de los barcos que transportaba prisioneros, el Minotauro, fue alcanzado por varias bombas lanzadas por los aviones y se hundió, por lo que la mayoría de los presos murieron ahogados o bajo la metralla.
El 10 de agosto de 1.944, los republicanos españoles fueron encerrados en la bodega de un barco que les trasladó a la isla de Jersey, y allí, en Fort Régent, se reunieron con otros deportados a quienes se les había encomendado realizar varias destrucciones en el puerto de Saint-Helier. El almirante de la isla la rindió el 8 de mayo de 1.945, y este grupo de prisioneros fue liberado el 9 de mayo, 24 horas después de concluir en Europa la 2ª Guerra Mundial.
Bibliografía: El holocausto de los republicanos españoles (Eduardo Pons Prades); Ed. Belacqva
"La esclavitud es una condena, tanto para el dueño como para el esclavo, para el esclavo es la condena de su vida y para el dueño la de su alma." - Anónimo