A principios de 1.942, Himmler decidió establecer una clasificación de los campos de concentración (Konzentrationslager). El 2 de enero, Heydrich emitió una circular secreta que dividía los campos en 3 categorías principales (Stufe I, II y III), y esta clasificación se vio modificada posteriormente, cuando Birkenau se convirtió en un campo de exterminio (Vernichtungslager), pero aún con la nueva clasificación, los campos clasificados como Stufe III seguían siendo campos en los que los prisioneros nunca serían liberados, como es el caso de Mauthausen.
En los despachos de la RSHA (cuyo jefe era Heydrich), se conocía a Mauthausen como el “Knochenmühle” (el triturador de huesos).
Una forma de castigo para los presos de Auschwitz era enviarles a trabajar a la cantera de Mauthausen. Buchenwald también tenía cantera, pero los prisioneros sabían lo que significaba Mauthausen y tenían terror de ser enviados allí.
Jean Mialet cita al kapo alemán de Buchenwald-Dora, que les decía: “Vengo de Mauthausen, donde he aprendido cómo, sin tocar a un hombre, se le destruye solo con el trabajo”, y Suzanne Busson, trasladada de Ravensbrück a Mauthausen, señaló que después “Ravensbrück era un paraíso”.
Los Konzentrationslager eran de una clase diferente a los Vernichtugnslager (categoría de Auschwitz II- Birkenau). Aunque el destino de los presos podía ser el mismo, la diferencia era el objetivo esencial de los dos sistemas. Lo que distinguía al tipo Stufe III era la prolongada agonía de quienes eran enviados allí. Su propósito era que los presos vivieran un máximo sufrimiento antes de que les llegara la muerte como una liberación compasiva.
Un campo Stufe I, no estaba menos avanzado tecnológicamente que los demás; incluso Dachau (de esta categoría) tenía su cámara de gas y su crematorio.
Todos los campos, de todas las categorías participaban en experimentos médicos. Tenían sus propias especialidades:
Para el tifus estaban Buchenwald y Auschwitz; para los efectos de temperaturas de congelación y elevada altitud, Dachau; para operaciones quirúrgicas, Dachau y Gusen; para la tuberculosis, Dachau y Gusen; para el cáncer, Auschwitz; para transplantes de médula ósea, Ravensbrück, y para la malaria, Dachau.
En el centro de toda esta investigación científica, estaba la academia médica de las SS en Graz.
Cuando un médico de las SS no participaba en uno de estos experimentos, siempre tenía otro trabajo que hacer, o servicios que prestar: por ejemplo, el teniente coronel Eleuterio Díaz Tendero, del ejército republicano español, llegó a Sachsenhausen con un estado muy avanzado de tuberculosis, por lo que fue trasladado a Dachau, dónde recibió una inyección letal de fenol en el corazón. En Flossenbürg, el doctor Schmitz tenía una costumbre: para todo aquel prisionero que pidiera una aspirina o se quejara de un dolor en cualquier parte, su remedio era abrir el estómago del paciente, “para hacer mano”, solía decir, utilizando como anestésico para estas operaciones el llamado Holznarkose (narcótico de madera), que consistía en que los prisioneros que actuaban como asistentes a la operación, golpeaban la cabeza del enfermo con su calzado de madera hasta que éste perdía el conocimiento, momento en el que podía comenzar la operación.
Cada prisionero, a su llegada al campo, recibía una clasificación de la Politische Abteilung, en forma de triángulo de un color determinado, que debía llevar, apuntando hacia abajo, en la chaqueta y los pantalones.
En algunos campos, predominaban ciertas categorías. Antes de la guerra, Sachsenhausen, Flossenbürg, Mauthausen y Gross-Rosen se usaban principalmente para los triángulos verdes, y Sachsenhausen con Neuengamme, siguió teniendo esa función, pero, en general, las clasificaciones estaban mezcladas.
Aunque la insignia azul se aplicaba a todos los prisioneros de guerra apátridas, en realidad solo la llevaban los republicanos españoles y algunos rusos desnacionalizados , y en el caso de los españoles, sólo en Mauthausen; en Dachau y Buchenwald la llevaban roja.
Al elegir a los presos para ocupar los puestos de Kapo, los Ss buscaban entre los verdes y los negros (en ese orden), dando prioridad a los alemanes y austríacos, y así era la situación en Mauthausen cuando llegaron los españoles, aunque también encontraron algún kapo polaco.
El método de selección de los prisioneros-jefes funcionaba igual que el nacionalsocialismo, de arriba abajo. Recordad las entradas: Palabras para la supervivencia, y Abreviaturas y términos.
La elección del Lagerältester y el Lagerschreiber correspondía personalmente al Lagerführer. Los Blockältesten eran nombrados por el Lagerführer por recomendación del Lagerältester, y un Blockschreiber era designado de igual forma por recomendación de un Lagerschreiber.
Por debajo de ese nivel, el Lagerführer delegaba la responsabilidad en los prisioneros-jefes. Los Stubenältesten eran nombrados por el Lagerältester por recomendación del Blockältester respectivo, mientras que el Blockältester y el Stubenältester elegían al Stubedienst, a menudo, basándose en su juventud y atractivo físico (la homosexualidad estaba a la orden del día).
Los que ocupaban puestos de Kapo eran responsables solo de las unidades de trabajo (komandos), pero el término Kapo no se aplicaba a los encargados de los barracones.
Para dormir, los kapos se distribuían por todo el campo de forma irregular, de forma que en un barracón podía haber uno, y en otro 5. Dormían en la zona privilegiada, la más cercana a la entrada, con el Blockältester, el Blockschreiber y el Friseur. Ninguno tenía habitación propia, pero si un colchón de paja fresca en su camastro y sábanas.
Era importante que los 3 jefes de barracón tuvieran buenas relaciones con los kapos. Nunca se sabía cuánto tiempo conservarían sus puestos, y al terminarse estarían a merced de los kapos.
En cuanto a los triángulos, también se podían cambiar. El zapatero Josef Schwaiger, por ejemplo, con 18 condenas previas, entró en Mauthausen con un triángulo negro, pero los zapatos que hacía para Kart Schulz, el jefe cojo de la Gestapo, le ganaron su favor de manera que le compensó con una insignia verde. Y una vez que pudo llevar el emblema de un criminal en la chaqueta, según declaró Schwaiger, todo el mundo le mostró respeto y le dejó en paz.
Schwaiger pertenecía al cuerpo de personal de servicio conocido como los Prominenten, que representaba al menos el 10% de la población de prisioneros.
Un KZ era un tráfico por la supervivencia de arriba abajo. Los que estaban en la cima, podían disfrutar de toda clase de prebendas, y los de abajo, que lo que más necesitaban era comida, recibían lo mínimo, incluída la sopa más aguada, porque les quedaba lo último.
Aunque los Prominenten no gozaban de todos los privilegios de los Kapos, compartían lo más importante: estaban seguros, aunque fuera de manera precaria, frente al exterminio, y podían moverse libremente por el campo. Además, estaban en contacto directo con los oficiales de la SS, lo que les permitía conocerles más de ceca y observar su conducta. Dentro de los Prominenten, se incluía a todos los que trabajaban en las oficinas, los talleres, las cocinas, los almacenes, la sastrería y la zapatería; los criados de los SS y de los kapos principales; los ayudantes de los médicos, dentistas y farmacéuticos SS; los barberos, ordenanzas del barracón, pintores, deshollinadores, bomberos, mecánicos de los garajes, electricistas y fontaneros.
Los Prominenten procedían de los grupos verdes y negros, pero no era probable que los asesinos, ladrones y vagabundos desempeñaran estas labores satisfactoriamente, ni se encontraban cirujanos, ingenieros u obreros especializados entre ellos, lo que hizo que la administración se fijara en los triángulos rojos para ocupar estos puestos. Primero los alemanes y los austríacos, y después el resto de nacionalidades que entendieran alemán.
En una clase especial estaban los prisioneros-policías del campo, que se encargaban de mantener el orden en los paseos, y de reunir a los prisioneros en la Appellplatz. Casi todos eran alemanes, y llevaban sables y los cascos puntiagudos usados por los alemanes en la I Guerra Mundial.
Todos los Kapos y los Prominenten principales (hasta el nivel de Blockältester) se distinguían con brazaletes, y podían llevar chaqueta y pantalones o seguir vistiendo el drillich, pero sus condiciones de vida eran diferentes.
Un prominenten tenía su propia cama en un camastro doble, también con sábanas. Según Jorge Semprún, superviviente de Buchenwald, “el secreto de la supervivencia era una combinación de tres factores: un conocimiento suficiente del alemán hablado, habilidad para una profesión, o pretensión de tenerla, y pura suerte”.
El resto del universo KZ, más del 85%, estaba formado por esclavos condenados a morir. Entre los que morían más rápido, estaban los pertenecientes a una Strafkompanie, y para los judíos no había esperanza.
Hacia la mitad de la guerra, se apreció un cambio en la forma de vida del KZ, pero no influyó en las posibilidades de supervivencia. En los primeros años, los nazis no consideraban el uso de sus esclavos en términos científicos, pero eran proclives, encorajinados por la victoria, a expresar su sentimiento de superioridad racial con más facilidad. Después llegaron las derrotas alemanas de El Alamein y Stalingrado, y la arrogancia dejó paso a la rabia, y se estableció una nueva organización.
En los despachos de la RSHA (cuyo jefe era Heydrich), se conocía a Mauthausen como el “Knochenmühle” (el triturador de huesos).
Una forma de castigo para los presos de Auschwitz era enviarles a trabajar a la cantera de Mauthausen. Buchenwald también tenía cantera, pero los prisioneros sabían lo que significaba Mauthausen y tenían terror de ser enviados allí.
Jean Mialet cita al kapo alemán de Buchenwald-Dora, que les decía: “Vengo de Mauthausen, donde he aprendido cómo, sin tocar a un hombre, se le destruye solo con el trabajo”, y Suzanne Busson, trasladada de Ravensbrück a Mauthausen, señaló que después “Ravensbrück era un paraíso”.
Los Konzentrationslager eran de una clase diferente a los Vernichtugnslager (categoría de Auschwitz II- Birkenau). Aunque el destino de los presos podía ser el mismo, la diferencia era el objetivo esencial de los dos sistemas. Lo que distinguía al tipo Stufe III era la prolongada agonía de quienes eran enviados allí. Su propósito era que los presos vivieran un máximo sufrimiento antes de que les llegara la muerte como una liberación compasiva.
Un campo Stufe I, no estaba menos avanzado tecnológicamente que los demás; incluso Dachau (de esta categoría) tenía su cámara de gas y su crematorio.
Todos los campos, de todas las categorías participaban en experimentos médicos. Tenían sus propias especialidades:
Para el tifus estaban Buchenwald y Auschwitz; para los efectos de temperaturas de congelación y elevada altitud, Dachau; para operaciones quirúrgicas, Dachau y Gusen; para la tuberculosis, Dachau y Gusen; para el cáncer, Auschwitz; para transplantes de médula ósea, Ravensbrück, y para la malaria, Dachau.
En el centro de toda esta investigación científica, estaba la academia médica de las SS en Graz.
Cuando un médico de las SS no participaba en uno de estos experimentos, siempre tenía otro trabajo que hacer, o servicios que prestar: por ejemplo, el teniente coronel Eleuterio Díaz Tendero, del ejército republicano español, llegó a Sachsenhausen con un estado muy avanzado de tuberculosis, por lo que fue trasladado a Dachau, dónde recibió una inyección letal de fenol en el corazón. En Flossenbürg, el doctor Schmitz tenía una costumbre: para todo aquel prisionero que pidiera una aspirina o se quejara de un dolor en cualquier parte, su remedio era abrir el estómago del paciente, “para hacer mano”, solía decir, utilizando como anestésico para estas operaciones el llamado Holznarkose (narcótico de madera), que consistía en que los prisioneros que actuaban como asistentes a la operación, golpeaban la cabeza del enfermo con su calzado de madera hasta que éste perdía el conocimiento, momento en el que podía comenzar la operación.
Cada prisionero, a su llegada al campo, recibía una clasificación de la Politische Abteilung, en forma de triángulo de un color determinado, que debía llevar, apuntando hacia abajo, en la chaqueta y los pantalones.
En algunos campos, predominaban ciertas categorías. Antes de la guerra, Sachsenhausen, Flossenbürg, Mauthausen y Gross-Rosen se usaban principalmente para los triángulos verdes, y Sachsenhausen con Neuengamme, siguió teniendo esa función, pero, en general, las clasificaciones estaban mezcladas.
Aunque la insignia azul se aplicaba a todos los prisioneros de guerra apátridas, en realidad solo la llevaban los republicanos españoles y algunos rusos desnacionalizados , y en el caso de los españoles, sólo en Mauthausen; en Dachau y Buchenwald la llevaban roja.
Al elegir a los presos para ocupar los puestos de Kapo, los Ss buscaban entre los verdes y los negros (en ese orden), dando prioridad a los alemanes y austríacos, y así era la situación en Mauthausen cuando llegaron los españoles, aunque también encontraron algún kapo polaco.
El método de selección de los prisioneros-jefes funcionaba igual que el nacionalsocialismo, de arriba abajo. Recordad las entradas: Palabras para la supervivencia, y Abreviaturas y términos.
La elección del Lagerältester y el Lagerschreiber correspondía personalmente al Lagerführer. Los Blockältesten eran nombrados por el Lagerführer por recomendación del Lagerältester, y un Blockschreiber era designado de igual forma por recomendación de un Lagerschreiber.
Por debajo de ese nivel, el Lagerführer delegaba la responsabilidad en los prisioneros-jefes. Los Stubenältesten eran nombrados por el Lagerältester por recomendación del Blockältester respectivo, mientras que el Blockältester y el Stubenältester elegían al Stubedienst, a menudo, basándose en su juventud y atractivo físico (la homosexualidad estaba a la orden del día).
Los que ocupaban puestos de Kapo eran responsables solo de las unidades de trabajo (komandos), pero el término Kapo no se aplicaba a los encargados de los barracones.
Para dormir, los kapos se distribuían por todo el campo de forma irregular, de forma que en un barracón podía haber uno, y en otro 5. Dormían en la zona privilegiada, la más cercana a la entrada, con el Blockältester, el Blockschreiber y el Friseur. Ninguno tenía habitación propia, pero si un colchón de paja fresca en su camastro y sábanas.
Era importante que los 3 jefes de barracón tuvieran buenas relaciones con los kapos. Nunca se sabía cuánto tiempo conservarían sus puestos, y al terminarse estarían a merced de los kapos.
En cuanto a los triángulos, también se podían cambiar. El zapatero Josef Schwaiger, por ejemplo, con 18 condenas previas, entró en Mauthausen con un triángulo negro, pero los zapatos que hacía para Kart Schulz, el jefe cojo de la Gestapo, le ganaron su favor de manera que le compensó con una insignia verde. Y una vez que pudo llevar el emblema de un criminal en la chaqueta, según declaró Schwaiger, todo el mundo le mostró respeto y le dejó en paz.
Schwaiger pertenecía al cuerpo de personal de servicio conocido como los Prominenten, que representaba al menos el 10% de la población de prisioneros.
Un KZ era un tráfico por la supervivencia de arriba abajo. Los que estaban en la cima, podían disfrutar de toda clase de prebendas, y los de abajo, que lo que más necesitaban era comida, recibían lo mínimo, incluída la sopa más aguada, porque les quedaba lo último.
Aunque los Prominenten no gozaban de todos los privilegios de los Kapos, compartían lo más importante: estaban seguros, aunque fuera de manera precaria, frente al exterminio, y podían moverse libremente por el campo. Además, estaban en contacto directo con los oficiales de la SS, lo que les permitía conocerles más de ceca y observar su conducta. Dentro de los Prominenten, se incluía a todos los que trabajaban en las oficinas, los talleres, las cocinas, los almacenes, la sastrería y la zapatería; los criados de los SS y de los kapos principales; los ayudantes de los médicos, dentistas y farmacéuticos SS; los barberos, ordenanzas del barracón, pintores, deshollinadores, bomberos, mecánicos de los garajes, electricistas y fontaneros.
Los Prominenten procedían de los grupos verdes y negros, pero no era probable que los asesinos, ladrones y vagabundos desempeñaran estas labores satisfactoriamente, ni se encontraban cirujanos, ingenieros u obreros especializados entre ellos, lo que hizo que la administración se fijara en los triángulos rojos para ocupar estos puestos. Primero los alemanes y los austríacos, y después el resto de nacionalidades que entendieran alemán.
En una clase especial estaban los prisioneros-policías del campo, que se encargaban de mantener el orden en los paseos, y de reunir a los prisioneros en la Appellplatz. Casi todos eran alemanes, y llevaban sables y los cascos puntiagudos usados por los alemanes en la I Guerra Mundial.
Todos los Kapos y los Prominenten principales (hasta el nivel de Blockältester) se distinguían con brazaletes, y podían llevar chaqueta y pantalones o seguir vistiendo el drillich, pero sus condiciones de vida eran diferentes.
Un prominenten tenía su propia cama en un camastro doble, también con sábanas. Según Jorge Semprún, superviviente de Buchenwald, “el secreto de la supervivencia era una combinación de tres factores: un conocimiento suficiente del alemán hablado, habilidad para una profesión, o pretensión de tenerla, y pura suerte”.
El resto del universo KZ, más del 85%, estaba formado por esclavos condenados a morir. Entre los que morían más rápido, estaban los pertenecientes a una Strafkompanie, y para los judíos no había esperanza.
Hacia la mitad de la guerra, se apreció un cambio en la forma de vida del KZ, pero no influyó en las posibilidades de supervivencia. En los primeros años, los nazis no consideraban el uso de sus esclavos en términos científicos, pero eran proclives, encorajinados por la victoria, a expresar su sentimiento de superioridad racial con más facilidad. Después llegaron las derrotas alemanas de El Alamein y Stalingrado, y la arrogancia dejó paso a la rabia, y se estableció una nueva organización.
Fuente: Españoles en el Holocausto; David W. Pike (Ed. Debolsillo)
44 Comentarios: (+añadir comentario?)
En muchos colegios deberían recomendar tu rincón para que lean un poco de historia.
Un abrazo.
Senovilla, muchas gracias!!,no sé si es para tanto :).
Un abrazo.
Increíble historia, nuevamente. Y después de leerlo, sólo me sale decir: cuánta inteligencia desaprovechada, por favor!
Totalment de acuerdo con Senovilla... ;)
Bon cap de setmana!! Molts petons! ;D
Hola Joanfer!, la verdad es que visto cómo lo tenían todo de estructurado, medido y organizado... es una pena que no lo emplearan en otra cosa.
Moltes Gracies y molts petons ;)
Interesantísimo articulo Nikkita!!
Un abrazo enorme
Muchas Gracias laMar :).
Un abrazo enorme!!
Nunca terminare de entenderlo, madame. Qué puede ganar nadie con el hecho de que los presos vivieran un máximo sufrimiento antes de que les llegara la muerte? Supongamos que en su mente ven absolutamente necesario matar a millones de personas, pero qué les puede aportar retorcerse el cerebro para ver cómo pueden hacerlos sufrir antes de eso?
De los espantosas experimentos medicos pueden esperar algun beneficio importante, pero es que hay otras cosas que parecen absolutamente gratuitas y porque sí. Cree usted que era por rabia, entonces?
Por cierto, el narcótico de madera vaya espanto!
Tambien encuentro extraño lo de los prisioneros-policias del campo, con ese look de la primera guerra mundial. Yo creo que no estaban bien de la cabeza. Eran locos peligrosos, y causaron muchisimo daño, un daño irreparable.
Y por supuesto estoy de acuerdo con los primeros comentarios, ya lo sabe usted. Colegios y universidades deberían insertar un link a este blog. Es increible la labor que realiza por sus propios medios, madame.
Buenas noches
Bisous
Madame, la verdad es que hay cosas que yo tampoco termino de entender del todo, y cuanto más leo o más información saco al tirar de un hilo, a veces, más me sorprendo.
De inicio, no se planeaba exterminar a todos los prisioneros. Se les utilizaba como exclavos, para el trabajo, por lo que si los mataban directamente como a los judíos, por ejemplo, se quedaban sin mano de obra, con lo que la idea era explotarlos hasta la extenuación.
Tras la nueva organización, aun se recrudecieron más las condiciones.
Parece que al principio era solo un alarde de superioridad, pero al final era rabia por ver la guerra perdida.
El problema es que creo que no estaban tan locos, porque todo lo tenian muy razonado, madame.
Gracias por vuestra consideración :).
Buenas noches. Besos.
Hola Nikkita ni con toda esta organización lograron ganar la guerra por fortuna. Lo de los experimentos médicos me parece satánico, utilizar a la gente de cobayas. Bastante tenían ya. Y luego esos pelotas capos no si lo hacian por placer o por sobrevivir en mejores condiciones. En cualquier caso es esperpéntico. Todos estaban poseídos. De hecho no debía de haber ni presos. Todo el que llegó ahí era inocente y eso se montó estoy empezando a vislubrar para tener mano de obra gratis.????
Besos y feliz domingo
Hola Katy, afortunadamente, no ganaron la guerra, hicieran lo que hicieran, pero murieron matando... el tema de los experimentos médicos es una de las cosas que no termino de entender del todo. Al principio supuestamente recluían a la gente para "quitarla del medio" y tenerlos recluidos en un lugar, pero sin intención explícita de matarles, pero al poco, se formo una red tal, que solo con los presos cubrían cualquier tipo de necesidad, desde mano de obra para carreteras hasta cobayas humanas para investigaciones....
Feliz domingo. Besos.
A veces pienso que había gente peor que el mismísimo Hitler entre los nazis, como el señor Himmler, un sádico terrible y despiadado.
Un saludo.
Así es Cayetano, para mi Himmler superaba bastante a Hitler. Se le suele atribuir a Hitler todo "el mérito", pero no hay que dejar de lado a sus secuaces... con capacidad de decisión e independencia.
Un saludo.
Todo un engranaje, para una máquina destructora.
Estoy de acuerdo con Cayetano. El tal Himmler no era ningún angelito.
Seguramente llevas razón al afirmar que, al princpio, era todo un alarde de superioridad y después, rabia por ver la guerra perdida. Pero a todo ello hay que añadir que, si estaban las cosas tan bien organizadas, existía un trasfondo de crueldad y sadismo que da escalofríos.
Hay otra conclusión que saco después de leer la entrada: el alemán es el idioma más feo del mundo.
Por cierto, hoy he ído a la librería, y en pocos días tendré "Sálvate Elías" y "La historia de Erika". Ya me veo respondiendo a miles de preguntas a mi hijo. :)
Un beso y, otra vez, gracias.
Hola Perikiyo, jajajaja... para mi hay idiomas peores, el alemán no es bonito, pero no está tan mal....
La organización que tenían desde el principio es asombrosa, aunque hubieron muchas cosas que se fueron desarrollando sobre la marcha, pero siempre con una estructuración y organización máximas. Estaba todo pensado, no era improvisación.
Seguro que le van a gustar los libros al peque, prepárate para responderle, pero no creo que te lo ponga tan difícil, los niños son muy listos :)
Un beso.
Nikkita, espeluznante entrada. Es el mal por el mal en sí, no por obtener beneficio alguno,sino por hacer sufrir. Terrible hasta donde puede llegar la maldad del ser humano. Con razón Sartre decía que el hombre es un lobo para el hombre.
Enhorabuena por la riqueza documental. Unbeso.
Parece increíble: el sadismo hasta grados extremos. ¿Cómo es posible que alguien pueda diseñar un sistema tan sofisticado dedicado al exterminio?
Los rudos mataron veinte mil polacos en Katyn pero en ningún momento se plantearon diseñar un sistema parecido. Los fusilaron y los enterraron en una fosa común.
Incluso en España, con un sistema represivo durísimo al acabar la guerra y que acabó con la vida de miles de republicanos, no se diseño un sistema tan elaborado.
Meg, muy buena elección para esta entrada, en este caso, así fue, el hombre fue un autentico lobo para el hombre.
Gracias.
Besos.
Macgo, estaba todo muy pensado. A veces me da la sensación de que eran ideas que tenían ya elaboradas incluso antes de que comenzara la guerra, o de que llegaran al poder...
Besos.
Es terrorífica la crueldad y maldad que tenían, con una organización tan perfecta solamente para hacer el mayor daño posible, no se conformaban con matarlos, tenían que verlos padecer terriblemente.
¿Tú crees que había algún nazi que fuese contrario a todo esto? ¿eran todos igual de sádicos? Prefiero pensar que loa había aunque posiblemente no servía de nada que se opusiesen.
Besitos Nikkita y buena semana,
Espeluznante, horroroso, demencial, y aun hay gente que niega esta sistemática y atroz carnicería.
En fin, que tengas un buen Domingo.
Un saludo.
Para mí Himmler fue uno de los personajes más sádico de todo el III Reich. Muchísimo más que Hitler.
Resulta tremendo conocer como la especie humana es capaz de exprimir a sus iguales hasta la muerte por un ideal y sin llegar a tener ningún tipo de remordimiento.
Unas palabras totalmente ciertas las de Jorge Semprún...
¡Margnífica entrada, Nikkita!
Un saludo!
Hola Ross, creo que si había nazis que no estaban convencidos de lo que hacían y sucedía, de hecho, en algún testimonio, a pesar de su crueldad, si se habla de gestos de algún nazi (los menos) hacia los presos de los campos, pero efectivamente, de poco servia que se opusiesen 4 gatos...
Buena semana. Besos.
Odoagro!!! cuanto me alegro de verte por aqui, veo que sigues vivo :))).
Gracias por pasarte.
Que tengas buen inicio de semana. Besos.
Pablo, ya lo he comentado más arriba, estoy de acuerdo con que Himmler era para echarle de comer aparte... para mi uno de los mayores sádicos de la Historia.
Muchas gracias :).
Un saludo.
Creo que ya lo comente una vez, todo ese afán de los alemanes, de tenerlo todo bajo control, clasificado y atado, es un reflejo de sus miedos y conocimiento, por parte de los 'intelectuales' Nazis a que Hitler estaba confundido, y sin un control podría irse todo al garete en menos que canta un gallo. Por que no me creo que gente como médicos y científicos estuvieran de acuerdo con ese loco, desconozco el tema en ese aspecto, pero la lógica me incita a pensar que eran forzados a realizar según que actos.
Yo no lo veo tan claro, Oscar. Los médicos y científicos que realizaron los experimentos, creo que vieron "el cielo abierto" para sus inestigaciones. No se si todos, pero creo que si la gran mayoría. Lo que no puse en la entrada es que los médicos, tras cada "operación" se desentendían de los enfermos.... nadie les cuidaba.
Besos.
Senovilla expresó algo muy importante... Realmente este espacio debería ser más recomendado... Amiga, excelente como siempre...
Me encanta visitarte porque no sólo me entero un poco más de esos sucesos históricos, sino que confirmo mi rechazo total ante esas acciones nefastas de los nazis...
Besos...
Sorprendiendonos, como siempre, con estas ilustradas e interesantísimas entradas, para tener en cuenta y aprender de las barbaries...vaya manera de clasificar a las personas¡. Pues sí, estoy de acuerdo con Senovilla, deberian exponerlas en los colegios. Feliz semana, Nikkita. Saludos.
Da pavor ver lo ordenaditos que eran estos asesinos
Increible, que el género humano sea capaz de tanta crueldad y sadismo. Increible que eso ocurriera en el siglo XX. Increible que la memoria sea tan débil y el tiempo este amortiguandolo. Deberían existir más personas que sean capaz de contar estos acontecimientos. Y una pregunta ¿cuantos asesinos nazis siguen viviendo apaciblemente?
Muchas gracias Ónix, me alegro verte de nuevo por aquí :).
Besos.
Gracias Ramón, por tu siempre motivadoras visitas :). Nunca sobra ir conociendo la información que hay detrás de los testimonios.
SAludos.
Jose Luis, Pavor y lástima de que no lo emplearan en algo más positivo....
Saludos
Hola Miguel Angel, no se la respuesta a tu pregunta, no tengo ni idea, pero no creo que muchos por los años que han pasado. Llevas razón en que es increíble que el tiempo haga que la memoria se convierta en débil.
Besos.
Si esas mentes tan inteligentes las hubieran utilizado para hacer el bien, que grande hubiese sido,pero como eran mentes retorcidas, crueles y "esquizofrénicos" mentes llenas de ira, que solo pensaban en hacer el daño, sembrar el horror ¿Por qué duro tanto tiempo esa crueldad? Nadie pudo evitar tanto dolor? No me lo explico, mi pobre mente no tiene capacidad para pensar.
Besos
Higorca, llevas toda la razón. si se pudo evitar?.... imagino que si, como todas las guerras, pero no se hizo.
Besos.
Felicidades por el artículo. Es excelente. Sin embargo magco está equivocado. Desgraciadamente los soviéticos crearon sistemas tan sofisticados y repugnantes para asesinar a personas como las que empleaban los odiosos nazis. ¿Alguien sabe algo sobre un campo de concentración soviético, uno de tantos,llamado Kalimá o Kolimá y todo cuanto aconteció allí? Si digo que estaba situado en las proximidades del circulo polar ártico creo que pueden empezar a imaginar el terror que padecieron los prisioneros ¿Y la brutal represión sobre el campesinado que, incluso, produjo cientos de miles de muertos por inanición? Los métodos de exterminio de los soviéticos a veces superaron, y con creces, a los de los nazis. Y que conste que esto lo digo sin ánimo de entrar en absurdas comparaciones ideológicas o relativas a la moral -ambos regímenes carecían de ella- puesto que de vidas humanas hablamos. La historia de la Humanidad a veces ha sido muy dura cuando ideologías asesinas como el fascismo o el comunismo han pisoteado la faz de la tierra.
Muchas gracias y de nuevo mis más snceras felicitaciones.
Hola Nikkita, tu escrito tan bueno como siempre y estoy de acuerdo con ese chico que te dice que tu blog deberia ser recomendado en los colegios, seguro que de esa forma los chicos aprenderian mucho.
Despues decirte que como pudo exisitir un ser tan despreciable como ese imnombrable aleman?
Abrazos Nikkita
Oliver Twist and Shout, gracias por la visita y el comentario. No conozco mucho de los campos de concentración soviéticos, y efectivamente no se trata de comparar. Gracias por la aportación y la información.
Tras ganar la guerra, los aliados no se quedaron atrás tampoco usando los mismos campos de concentración nazis para los prisioneros alemanes.
Gracias de nuevo. Saludos.
Hola Mj!, lo peor no es que existiera el innombrable, como dices, sino que hubo unos cuantos a su nivel. No estaba solo.
Besos.
Nikkita tienes que tener una gran fuerza de voluntad para tratar tan a fondo este tema tan incómodo de oir, yo también creo que en los colegios deberían mencionar tu página. Muchos jóvenes españoles no saben ni quien es franco, y eso que lo vivieron sus abuelos de lleno, gracias a tu blog hay más posibilidades de que cualquiera pueda ver a donde se puede llegar y estemos por lo menos a la defensiva de estas atrocidades
Chao un saludo
NinFuNinFa, muchas gracias por tu comentario, no se trata de fuerza de voluntad, se trata de convencimiento. Tambien creo que se deben conocer estas historias, que no son tan idelaes como las películas que vemos, para que se esté prevenido... a mi, desde luego, no me gustaría vivirlo.
Un saludo.
Me gusta leerte porque me ilustro. Tienes un vocabulario muy ágil y atrapante.
Te dejo mis felicitaciones
Amalia
Amalia, muchas gracias por tus palabras. Te felicito yo a ti por tu sensibilidad al escribir, no hay comparación :).
Bienvenida :)).
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