Una de las peores atrocidades contra prisioneros aliados en Mauthausen.

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Según avanzaba la Segunda Guerra Mundial, y conforme el III Reich se sumía en la desesperación, empezó a tratar a algunos prisioneros de guerra de los aliados como hacía con los soviéticos, especialmente, si estos prisioneros eran de las unidades de élite que le estaban asestando los peores golpes a los alemanes. Es el caso de 47 prisioneros aliados anexados a la SOE, oficiales jóvenes, que llegaron a Mauthausen encadenados el 5 de septiembre de 1.944, procedentes de prisiones de Holanda y Francia; suceso del que fue testigo Juan de Diego.

Esa tarde, llegaron los 47 prisioneros, 39 holandeses, 7 británicos y 1 estadounidense. Les llevaron al Arrest, donde permanecieron toda la noche, y a la mañana siguiente, cuando los comandos habían salido del campo, se les alineó en los escalones que conducían a las duchas, rodeados por SS entre los que estaban los más sádicos y crueles, Ziereis, Bachmayer con su perro Lord y Trum con su látigo.

“Adiestrado en la caza del hombre, el perro descubría en el acto a sus presas. Esperaba tan solo la orden para arrojarse sobre ellas. Los ojos del capitán Bachmayer buscaban entre el grupo de prisioneros al hombre contra el que lanzaría a su perro. Pero antes sentía la necesidad de mostrar su propia bestialidad, maltratando y apaleando a los prisioneros, como si ello pudiese servir de estímulo al animal.
Bachmayer se colocó, con su clásica pose de matón, frente al grupo de prisioneros… Un tartamudeo nervioso, seguido de un lenguaje incoherente, transformó al hombre en un monstruo; tras unos instantes de verdadera histeria, se notaba una pérdida de vigor, seguida de espasmos, como si las atrocidades que cometía le produjeran placer sexual.

Ziereis ordenó a los prisioneros formar frente a la oficina del campo, para someterse al registro, y les condujeron látigo en mano.

Ninguno de los 3 Lagerschreiber hablaba inglés, por lo que uno de ellos propuso para la labor de intérprete al checo Premysl Dobiàs, y comenzó el interrogatorio de Ziereis, que quería saber la misión de los prisioneros, pero Dobiàs, quería conocer sus experiencias en el cautiverio. Los prisioneros daban su nombre, graduación y nº de serie. Los que no respondían a cuál era su profesión, eran golpeados. Y al percatarse Ziereis de que algunos prisioneros contestaban a Dobiàs si que éste transmitiera la información que le estaban dando, y sospechando que le estaban hablando de su experiencia en el cautiverio, le dio un fuerte golpe en la cabeza con el látigo.

Más furioso que nunca, ordenó que asistieran media docena de barberos para hacerle a los agentes aliados, sin jabón, un “corte de pelo Himmlerstrasse” de 3 centímetros. Uno de los peluqueros, viendo imposible la tarea, tiró la cuchilla y empezó a usar las tijeras.

“Ziereis ordenó a un barbero que afeitara más deprisa la cabeza de un prisionero con su maquinilla; pero, viendo que el prisionero se esmeraba en cumplir su cometido con humanidad, el comandante se la arrancó de las manos y, asestándole varios puñetazos y puntapiés, le grito: “¡hijo de perra!, ¡Así, así es como lo tienes que hacer!". Y haciendo correr la maquinilla sobre la cabeza del prisionero no paró hasta que, al atascarla con la cabellera, le arrancó el cuero cabelludo. Entonces, los SS se reían a mandíbula batiente de las gracias de su jefe, que soltaba la maquinilla envuelta de cabellos sanguinolentos.
Al caer desmayado el prisionero, Bachmayer lanzó el perro sobre él. Gracias a la rápida intervención e sus compañeros, que lo rodearon y lo protegieron, no murió despedazado. Aquello no era más que el primer acto de la tragedia que se preparaba”.

La sesión concluyó porque Ziereis y Bachmayer decidieron hacer una pausa para comer.

Los prisioneros no había sido registrados en ningún sitio, por lo que Ziereis ordenó al doctor Kart Helferich (otro prisionero político alemán) que les escribiera sus números con rotulador permanente en pecho y hombros, mientras le decía al Lagerschreiber que preparara anticipadamente sus certificados de defunción, y ordenaba que se sentenciara al barbero a la Strafkompanie por haber mostrado “insuficiente energía”.

Les pusieron a cargo del kapo Pelzer, un alemán de triángulo verde, y a primera hora de la tarde, les llevaron corriendo a la cantera, descalzos, y en ropa interior, después de haberles apretado a la espalda las portadoras de madera que se usaban para subir las piedras desde el fondo de la cantera.

Una multitud de SS se alineaban al final de los escalones, separados del borde del abismo, algunos, incluso con sus mujeres, pues Ziereis les había prometido “algo especial”.

Se ordenó a los aliados que cogieran una roca, y subieran los escalones a la carrera. Lo hicieron hasta 6 veces, y la escalera se cobró su tributo.

Los SS habían preparado una gran juerga. Todos los oficiales de servicio y la tropa cubrían la pequeña carretera que conduce hasta la tristemente célebre escalera de 186 peldaños de la cantera de Wienergraben. Allí esperaban al grupo de castigados. Llegados estos a la carreterilla, los condujeron hasta el lugar en que ésta forma una media cornisa, al pie de la cual hay un despeñadero de 40 metros de altura. Al colocarles las portadoras, un SS había mascullado: “ya están listos los paracaidistas”. Apenas los prisioneros llegaron al borde del abismo, desde el fondo de la cantera empezó el tiroteo por parte de los SS. En esa tarde, cayeron 22 de aquellos prisioneros”.

Los SS habían tomado la precaución de sacar del Búnker a los dos prisioneros que trabajaban allí, Bargueño y Chacón, y los 25 aliados que permanecían con vida, fueron llevados a los calabozos del Arrest, donde suboficiales de la Politsche Abteilung se hicieron cargo de ellos, golpeándoles hasta dejarles inconscientes.

Los cadáveres de los aliados asesinados tenían tal grado de mutilación, que era imposible leer sus números de registro pintados, por lo que Bachmayer aceptó la idea de Juan de Diego de identificar a los vivos, para saber quienes eran los muertos, y De Diego fue enviado al Búnker. Una vez allí, encontró a los aliados encerrados en dos celdas para una persona, 12 en una y 13 en la otra.

Se les ordenó formar en el pasillo, donde se les pasó revista bajo la vigilancia del supervisor del búnker, Josef Niedermayer:

“[…] Éste era un sujeto de mala calaña, cruel y sanguinario, cuya sola presencia nos causaba repugnancia. Abrió los dos calabozos, en los que estaban amontonados los supervivientes, y se expandió un vaho maloliente. Se alinearon como pudieron a las tantas de la noche, esperando sin duda que les matasen allí mismo. Entonces pasé lista, y así se supo los nombres de los muertos. Quiso el azar que, entre los supervivientes, se encontrara un oficial holandés con el mismo apellido que el del oficial SS (se llamaba Niermeijer). Éste, al oírlo, se abalanzó bestialmente sobre él y, profiriendo los insultos más groseros y asquerosos, la emprendió a puñetazos, puntapiés y vergajazos con él, hasta que le faltaron las fuerzas para seguir aporreándolo. Sus compañeros, para evitarle más golpes, lo metieron de nuevo en el calabozo.
Minutos más tarde los cerrojos volvían a condenar a aquellos desdichados al más lúgubre silencio. Salí del Arrest pensando tantas cosas que mi cabeza no llegaba a contener las emociones de aquella jornada.
Allí encerrados quedaban unos seres horriblemente mutilados […].”

Esa misma noche, el testigo Joseph Drexel, presenció otro terrible acto contra los prisioneros: un grupo de Scharführer había invitado a unas cuantas mujeres al Búnker para participar en una orgía bañada en alcohol. En un momento dado, los sargentos abrieron las celdas y se ordenó a los prisioneros formar con las latas de sus excrementos. Se les obligó a tirar el contenido de las latas al suelo, y recogerlo sin usar las manos. Según Drexel, el asco que invadió a los prisioneros aliados superaba el miedo a los golpes. Se los obligó a usar sus ropas, pero sin limpiarlas. Todo este tiempo fue una “fuente inagotable de diversión” para SS e invitadas.

A la mañana siguiente, sin haber recibido agua ni comida ninguno de los prisioneros, comenzó de nuevo el acto final de los escalones, pero esta vez, los prisioneros se dirigieron al perímetro del campo, corriendo hacia la alambrada de espino, y Ziereis ordenó a las ametralladoras de las torres que pusieran fin a aquello.

Aquella tarde, cuando los demás prisioneros volvieron al campo después de haber presenciado la escena en los escalones, miles de zuecos de madera sonaron rítmicamente como protesta y homenaje a los muertos.

Por razones que se desconocen, los nombres de los 47 oficiales no fueron introducidos en el Todesmeldung (registro de muertos), por lo que unos días más tarde, algunos SS sin graduación recibieron la orden de acudir a la Lagerschreibstube y mecanografiar un informe con la lista de los oficiales aliados acusándoles de haber protagonizado una rebelión.

Juan de Diego, esperó el momento adecuado, cogió el papel de calco que habían utilizado (nuevo), los sostuvo frente a un espejo mientras lo copiaba, y escondió la copia.

“Durante dos días el campo de Mauthausen vivió una de las tragedias más horribles que allí se vivieron. Así, los SS dieron, una vez más, la medida de su sadismo y de su cobardía y aquellos gallardos jóvenes aviadores la de su valor”. 

Bibliografía: Españoles en el Holocausto (David W. Pike); El Holocausto de los Republicanos Españoles (Eduardo Pons Prades).
"La vida de los muertos está en la memoria de los vivos" - Marco Tulio cicerón

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70 Comentarios: (+añadir comentario?)

Anónimo dijo...

Lo siento. Empecé a leerlo pero no pude seguir. No tengo estómago para esto.
Por cierto. Ya han inaugurado la exposición.

Nikkita dijo...

Miguel, no hay problema, lo suponía pero no me dio tiempo a avisarte.
No vayas a la expo!!, espérame :)).
Besos.

La Dame Masquée dijo...

Que barbaridad, cuánto sadico encontro su paraiso en esos campos."como si las atrocidades que cometía le produjeran placer sexual.” Eso es el autentico sadismo, el mismo del marques de Sade.
Lo de las latas de los excrementos es para morirse de asco. Hay que ver lo que da de sí la imaginacion cuando se trata de maquinar maldades.

Buenas noches, madame

Bisous

Unknown dijo...

mucho macho con personas débiles y sin defensa... así tb yo soy muy chulo

Diana de Méridor dijo...

Madame, tiene usted una cosita aguardandola en este blog, jiji.
Espero que le guste!

Bisous

Anónimo dijo...

Qué barbaridad, Nikkita!!

Yo pienso que si les producía una excitación sexual a los muy cabrones...

Con un Reich en pleno declive, su valentía estaba a flor de piel y no sabían más que matar, mutiar, destrozar vidas humanas.

Una entrada muy dura la de hoy. Enhorabuena.

Un saludo!

meg dijo...

Terrible entrada, Nikkita. Es el horror por el horror y la maldad en su más pura esencia. Estremece sólo leerlo.

Chary Cirujano dijo...

Muy duro ¡¡¡durísimo!!! Me ha costado terminar de leerlo.
Un abrazo enorme

Jose Antonio dijo...

Con la calma del silencio releo esta parte de la historia que nunca deberíamos olvidar.

En Alemania se vio lo peor de la humanidad, sólo deseo que las nuevas generaciones tengan presente que sí, que si no mejoramos esto se puede volver a repetir y que la historia siempre dependerá de nosotros.

Un abrazo y agradecido por aprender contigo.

Nikkita dijo...

Madame, las tres joyas que nombro en este post, Ziereis, Bachmayer y Niedermayer, creo que no eran personas, sino alimañas.

Buenas noches, madame.
Besos.

P.D. La nueva foto es fantástica, estáis muy bien :)

Nikkita dijo...

Oscar, no se podía decir mejor con menos palabras... así somos chulos todos.
Besos.

Nikkita dijo...

Pablo, si es dura hoy, pero en algún momento hay que contar estas cosas, también.
Cuando se vieron con posibilidades de perder la guerra se ensañaron especialmente con los prisioneros, pero con aquellos que no lo habían sufrido antes, fue progresivo: primero con los judíos, después con los soviéticos, y por fin con el resto de aliados, y si les producía excitación sexual o no, no lo puedo asegurar, pero no es el primer testimonio que lo deja ver.
Besos.

Gema dijo...

Hola, acabo de descubrir tu blog, es magnifico =)

Creo que ahora me verás muy a menudo por aqui.

Besos

Gema dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Nikkita dijo...

Hola meg, es cierto que la de hoy es especialmente terrible, pero también sucedió.
Besos.

Katy dijo...

Besos Nikkita, tanto horror me supera.

Nikkita dijo...

laMar, si lo has terminado estás hecha una campeona :), porque el de hoy es un post que no todos podemos terminar de leer. Gracias!!!.
Un abrazo enorme.

Nikkita dijo...

Senovilla, agradecida te estoy yo por tus comentarios y tu apoyo. Más que en Alemania, yo diría que durante la Segunda Guerra Mundial, se vio todo lo que el hombre es capaz de hacer a sus semejantes. Aunque en cualquier guerra salga lo peor de cada uno.
Gracias de nuevo. Un abrazo.

Nikkita dijo...

Gema, muchas gracias!! Bienvenida. Un placer tenerte por aquí.
Besos.

Nikkita dijo...

Katy, mil gracias por entrar!.
Esta entrada mejor no la leas :).
Muchos besos.

Nikkita dijo...

Madame, otra vez esta hoy blogger dandome problemas, me publica los comentarios cuando quiere....
Ya pasé a por el regalito :)), muchas gracias!.
Besos.

Perikiyo dijo...

Después de leer esta entrada, tengo la mente un montón de cosas, que no acierto a expresar.
Es igual que cuando hay un incendio y la gente se agolpa en la puerta, porque todos quieren salir al mismo tiempo. Al final, no sale nadie.
Así tengo las ideas ahora mismo. Me vienen tantas cosas de golpe, que no puedo dar salida a ninguna.

Es horrible. Tener que pasar lista de los vivos, para así saber a quién han matado...horrible.

Aún así, merece la pena recordar esto, para que no vuelva a ocurrir.
Hay que hacer de tripas, corazón, para saber que, una vez, un puñado de canallas, hicieron de corazón, tripas.

La humanidad tiene, en el holocausto, una deuda como una montaña.

Tú ayudas a saldarla, granito a granito.

Un beso.

Anónimo dijo...

Uf! que duro, me ha costado mucho conseguir terminar de leerlo... creo que alimañas se queda corto como calificativo... desde luego horripilantes fueron los dos días, crueles, creo que no tengo adjetivos suficientes.

Un beso guapa.

odoagro dijo...

Buffffff veo que no te cansas de tanta barbaridad y me temo que aun queda muchisimo más.

Me revuelve el estomago todo esto.

Un saludo, por cierto si... estoy vivo.

Nikkita dijo...

Perikiyo, describes perfectamente el sentimiento.
Estos son hechos de aquella época, y a nadie le gusta leerlos, pero sucedieron, y los protagonistas tienen el mismo derecho a que su historia se cuente que el resto, por muy duro que sea conocerlo.
Esperemos que al menos, de verdad, sirva para que no vuelva a suceder.
Un beso.

Nikkita dijo...

Yomisma, es una de las muchas atrocidades que cometieron, no fue la única.... supongo que los adjetivos que se te ocurren son los mismos que a todos :).
Besos linda.

Nikkita dijo...

Odoagro, cuanto me alegra leerte :)), ya vi que estabas vivo.

Por quedar, queda para muchiiiisimo tiempo. Cansarme.... no se si es cansarme, pero si, a veces necesito un respiro, lo que no quiere decir que lo deje.

Es como para revolverse el estómago, pero te agradezco infinitamente la visita :).
Besos.

Coquito dijo...

Buufff...Cuantísimo horror en tan pocas lineas y tantos testimonios que no conocemos.

Qué verdad esa de que la realidad siempre supera la ficción, no hay guionista en el mundo capaz de imaginar algo así. Es increíble.

Qué lástima que el mundo no se volcara hace 60 años en encontrar a semejantes "personajes"...qué lástima que tantos y tantos vivieran el resto de su vida "como si nada"...me estoy encendiendo Nikki. PARO YA! :)

Por cierto, estoy empezando a leer "Lo que esconde tu nombre" de Clara Sánchez. Me está encantando.

Un besazo!! :)

Trecce dijo...

Hay cosas, incluso atrocidades, a las que a veces pongo el interrogante de qué hubiéramos hecho los demás de estar allí, porque en circunstancias extremas el ser humano cambia y en otras no tan extremas, mira lo que les ocurre a algunos cuando están al volante.
Pero si algo hay que considero injustificable, sean cuales sean las circunstancias, es la tortura. Solo siento asco y repugnancia y unas ganas tremendas de decir: ¡¡¡Cabrones, hijos de puta!!! (perdón por las expresiones) Degradar a un ser humano haciéndole daño físico o mental o de los dos a la vez, es lo peor de lo peor y encima prevaliéndose de una situación en la que está desamparado.

Cayetano dijo...

Un testimonio estremecedor. Resulta inaudito, increíble que esto haya podido pasar, que haya gente capaz de cometer estas vilezas y luego dormir tranquilos, porque al referirnos a los de las SS se supone que estamos hablando de seres humanos, ¿no?
Un saludo.

Nikkita dijo...

Mujer D, no te enciendas, porque a estas alturas lo que nos queda es hacer lo posible porque no se olvide, y se conozcan tantos nombres que han caido en el olvido.
Lo que no se hizo en el pasado, no se puede remediar, solo se puede prevenir para el futuro.

Ese libro aun no le he leido, pero si vieras la lista que tengo pendiente, alucinabas. No me da el tiempo para tanto :)). Ya te diré unos cuantos cuando nos veamos.

Un besazo, guapa.

Nikkita dijo...

Trecce, siempre es más fácil aprovecharnos de las cicunstancias cuando el que está enfrente es mucho más débil y está inferioridad de condiciones.
Para mi son injustificables la tortura y el asesinato, sea por lo que sea, no hay nada que lo excuse.

Buen ejemplo has puesto, aunque no tengo tan claro que quien se transforma al volante en una situación así se convierta en una alimaña semejante.

Gracias por el comentario. Saludos.

Nikkita dijo...

Cayetano, en la teoría si, pero somos tantos y tan diferentes, que a lo mejor dentro de la clasificación "ser humano" hay subdivisiones.... viendo estas cosas, lo parece.
Un saludo.

José Luis de la Mata Sacristán dijo...

Madre mía que espeluznante, pero que se podía esperar de semejante jauría de bestias....

Nikkita dijo...

Jose Luis, yo no esperaria tanto... esta es solo una de las muchas historias que sucedieron, las hay incluso peores.
Besos.

pepito dijo...

Lo peor de todo es que aquí en España se les dió cobijo a algunos de esos animales de dos pies, y aún hoy siguen circulando a su antojo por zonas de la costa.

ANRAFERA dijo...

Terrible entrada¡...tristemente cierta. Vaya pareja Ziereis y Bachmayer...hasta donde llega el sadismo y maldad de algunos seres humanos. Hay que tragar mucha saliba y respirar ondo para llegar al final de tu exposición. Gracias, Nikkita, por seguir mostrandonos retazos de esta vergonzosa parte de nuestra historia. Buen día. Saludos

Unknown dijo...

???????.... Casi no hay palabras para expresar la repugnancia, horror y espeluzne en general que me ha provocado leer semejante relato. Igual que a muchos de vosotros, a mi tambien me ha costado terminarlo. ¿Que decir al respecto? Una vez mas, el nazismo se nos muestra como una ideologia odiosa, repugnante, capaz de sacar todo lo peor que un ser humano (si es que estos lo eran) pueda tener. Y una vez mas, se nos muestra el VALOR y la DIGNIDAD aunque ultrajada de las personas que lo sufrieron y/o combatieron, aun a costa de humillaciones, violencia que les marcaria para siempre, y en ocasiones, hasta su propia vida. Suerte que hubo gente con esas cualidades frente a la COBARDIA RASTRERA Y ASQUEROSA de ellos.

Unknown dijo...

por favor antes de publicar textos te pido, seguramente mas personas te pidan lo mismo...
QUE REPASES LA ORTOGRAFIA Y GRAMATICA DEL TEXTO

HAY COSAS QUE HACEN DAÑO LEERLAS TAL Y COMO LAS ESCRIBES

por lo demás articulo interesante, pero que tampoco aporta muchas cosas nuevas

Nikkita dijo...

Pepito, se les dio cobijo aquí y en muchos otros países, y efectivamente muchos camparon a sus anchas hasta el final, y alguno queda aún haciéndolo.
Saludos

Nikkita dijo...

Ramón, fueron un ejemplo de lo peor que puede existir entre los seres humanos. Gracias por tu comentario.
Buen dia. Saludos.

Nikkita dijo...

Nerea, cuanto tiempo!, me alegro verte. ¿qué decirte?, hasta ahora en varias entradas hemos visto los dos extremos, el sadismo elevado a la máxima potencia con los nazis, y personas que aún en esas circunstancias nos demuestran que se puede creer en los seres humanos... Salió lo peor, y lo mejor de mucha gente.
Besos.

Nikkita dijo...

Edu, en vez de pedirme nada, sería mejor que propusieras. Si haces una crítica, hazla constructiva, encantada de saber qué te hace tanto daño para corregirlo, y si de paso me puedes dar una lección de gramática, bienvenida sea.
Mientras tanto, puesto que te daña leer y no te aporta nada nuevo, es mejor que no pierdas tu tiempo por aquí, no te parece?.
Por lo demás, aprende a usar las mayúsculas al inicio de cada frase y los signos de puntuación antes de criticar.

Anónimo dijo...

Aquí estoy otra vez, pero no he sido capaz de avanzar mucho en la lectura.
Lo único que me viene a la mente es que Aristóteles tenía toda la razón: el mal es infinito.
Besos Nikkita

LADY DARCY dijo...

Saludos Nikkita!
muy interesante tu blog, y todo lo narrado escalofriante pero real, casualmente ví ayer por la noche en un canal satelital Holocausto la segunda guerra mundia, y todas esas matanzas las tengo tan frescas en la memoria, que no tengo palabras para comentar más.
gracias por el enlace pasaré seguido a visitarte.

Unknown dijo...

Qué entrada tan alucinante, leyendo estas atrocidades alucino en colores. ¿hasta dónde puede llegar la maldad humana?
Esta parte de la historia es realmente vergonzosa. no me queda otro remedio que avergonzarme de formar parte de esta "humanidad".
Gracias Nikkita por hacerme ver que el mundo puede ser un lugar odioso y detestable.
Besines Nikkita y buen fín de semana, aún falta pero por si acaso,

Nikkita dijo...

Pingüinillo, mil gracias por venir otra vez :). Puede que si, que el mal sea infinito, pero el bien también lo es...
Muchos besos.

Nikkita dijo...

Lady Darcy, bienvenida, encantada de tenerte por aqui :). Ayer echaron varios documentales, estamos en fechas de conmemoración de las liberaciones de los campos.
Besos.

Nikkita dijo...

Hola Ross, sabes? más que ver que el mundo puede ser odioso y detestable, prefiero valorar lo que conozco para evitar en lo que esté en mi mano, que se convierta en otra cosa...
Buen finde, Ross, aunque pasaré a verte antes :).
Besos.

Higorca Gómez Carrasco dijo...

Nikkita ¡¡¡cuanto dolor!!! No quiero leer y en cambio tengo que seguir y seguir hasta que me doy cuenta que estoy llorando por no poder digerir tanto y tanto horror ¡¡¡¡Dios!!!! ¿No hubo manera de para esa crueldad?
Besos

Dean dijo...

Muy interesante.
Un saludo.

Nikkita dijo...

Hola querida Higorca, sinceramente, pienso qu que si se pudo parar, pero no se hizo, pero en realidad, a veces dudo de si se podía o no, no concibo que se pudiera y no se hiciera.
Besos.

Nikkita dijo...

Hola Dean, muchas gracias!!.
Un saludo

Anónimo dijo...

Jamás llegaré a comprender lo atroz que puede llegar a ser un humano...
Es duro de leer, pero mucho más duro debe ser pasar por todo eso y, lo malo es que, aún hoy, hay "hombres y mujeres" que son capaces de eso y mucho más. Que pena.
Muy bueno tu blog. Nikkita.

Nikkita dijo...

Hola Iruk, muchas gracias por pasarte y comentar :). Mejor es que no vivamos una guerra similar, porque efectivamente, saldrán hombres y mujeres capaces de repetirlo. Parece que no hemos aprendido nada de la historia.
Un abrazo.

kiko esperilla dijo...

Impresionante testimonio Nikkita, un blog imprescindible. Las fuerzas oscuras siguen ahí fuera. Felicidades y un fuerte abrazo

Nikkita dijo...

kiko esperilla, muchas gracias!!, bienvenido. Sí hay fuerzas oscuras ahí fuera, pero creo que de momento son minoría :).
Buen fin de semana. Un abrazo.

Unknown dijo...

Hola preciosa solo quiero decirte que en mi Saloncito de Ross tienes un premio esperando, que lo disfrutes.
Buen fín de semana, besucos,

Nikkita dijo...

Celebes.... sip, no hay mucho más que añadir.
Muchas gracias por pasarte :). Buen fin de semana.

Nikkita dijo...

Ayyyyy Ross, que vaya tarde llevo... te salté sin querer...jejeje.. mejor que hoy no me tengas en cuenta nada que no doy una... Ya pasé... a que te diste cuenta?.
Buen finde!!. Besucos.

Amalia Lateano dijo...

La verdad que te felicito porque es un ensayo muy valioso por la MEMORIA.
Um saludo
Amalia

Nikkita dijo...

Muchas gracias Amalia. Una memoria, que aunque no guste, se debe mantener.
Buen fin de semana. Un saludo.

Nela dijo...

Estremecedor Nikkita. Me he quedado sin palabras.
Besos
Nela

rudy spillman dijo...

Excelente relato histórico, Nikkita, minucioso y detallado hasta la exageración... pero necesario.
Gracias, amiga.

Nikkita dijo...

Muchas gracias por pasarte Nela, tampoco es necesario decir mucho :).
Besos.

Nikkita dijo...

Querido Rudy, no es tan detallado, hay datos peores que he preferido no poner por no verlos necesarios....
Muchas gracias por la visita. Buen fin de semana.
Besos.

Cuchi dijo...

Consegui leerla entera... pero tengo que recordar todo el tiempo que ya acabo para que no me salten las lagrimas. Pero que suerte tenemos algunos de vivir tan bien... cualquier problema es leve al lado de estas experiencias que vivieron algunas personas. ¿¿como narices puede alguien llegar a ser tan cruel y no darse tanto asco a si mismo que pare inmediatamente??pero que miserable hay que ser...

Nikkita dijo...

NinFuNinFa, no es fácil leerla. Es cierto que la mayoría de los problemas por los que nos venimos abajo, si los comparásemos veríamos que no son tan graves. No tengo ni la más remota idea de qué tipo de persona hay que ser, o que tornillo te debe faltar para ser capaz de actuar así...
Besos.

Carmela dijo...

Después de leer este artículo me pregunto por qué tanto despliegue de maldad humana?
Raya con el desequilibrio mental?
Habrá alguna explicación científica?
Y qué indefensión la de los prisioneros!
Aterra!
Es verdad: " La vida de los muertos vive en la memoria de los vivos".
Excelente y movilizante post.

Nikkita dijo...

Gracias Carmela, la eterna pregunta es cómo pudo pasar esto, y cómo es posible que fuera hecho por personas, aparentemente normales y corrientes.... no sé si algún día tendremos respuesta.
Saludos.

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