Sexo forzado o Muerte

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Un capítulo oscuro de la Alemania nazi, y uno de los secretos mejor guardados durante mucho tiempo, por el silencio (en el caso de las víctimas, por temor y vergüenza y en el caso de sobrevivientes e historiadores, por evitar tocar este tema), y por que "no encajaba bien en la imagen de los campos de concentración como monumentos al sufrimiento" según Robert Sommer, autor del libro, titulado Das KZ Bordel, es el uso que los SS hicieron de miles de mujeres como esclavas sexuales.

Estas esclavas fueron reclutadas en diversos países, y el campo de concentración de mujeres de Ravensbruck fue un lugar de abastecimiento, siendo para los nazis una fuente de ingresos.

La prostitución forzada para la satisfacción sexual de soldados y miembros alemanes de otras organizaciones controladas por los nazis llegó a ser frecuente en la Europa ocupada durante la Segunda Guerra Mundial. Se estima que forzaron a más de 34.000 mujeres de estados ocupados a trabajar como prostitutas para el Tercer Reich. Los burdeles establecidos por el estado nazi eran en un principio para uso de los soldados de la Wehrmacht, oficiales SS y trabajadores extranjeros que trabajan para el Reich. Los nazis trataban a estas mujeres como botín de guerra, y aún cuando eran judías, los soldados del frente podían hacer uso de ellas (en la retaguardia, el contacto con mujeres judías eran castigado).

En 1.942, la guerra comienza a torcerse para Alemania. Heinrich Himmler contempla entonces la necesidad de poner en marcha un sistema para incentivar el rendimiento de los prisioneros de algunos campos, que trabajan en la fabricación de armamento. Diseña un plan de recompensas en cinco fases, de menor a mayor mérito: reducción en la carga laboral, suplementos alimenticios, pagas extraordinarias, aumento del tabaco, y, como premio a la excelencia productiva, una visita al burdel del campo. Los SS utilizaron la excusa de que la prostitución obligada servía para estimular el trabajo de los esclavos de los campos de concentración: mantener la moral de los trabajadores forzados en la producción armamentística y al mismo tiempo evitar la homosexualidad, por lo que a partir de ese año, se abrieron burdeles en 10 campos de concentración, habilitados por orden directa de Himmler, el mayor de ellos en Auschwitz, donde llegó a haber hasta 21 mujeres trabajando a la vez.

Como ejemplo, la firma E.G.Farben, que utilizaba centenares de presos como esclavos, solicitó a la SS un permiso para autorizar a los "trabajadores sobresalientes" a que fueran premiados con la asistencia a los burdeles. Himmler aceptó.

Pero esta estrategia, no funcionó muy bien ya que eran muy pocos los que estaban en condiciones físicas para ir.

El primer burdel se abrió el 11 de junio de 1.942 en el campo de Mauthausen, y el último, a principios de 1.945 en el de Mittelbau-Dora.

Las presas obligadas a prostituirse eran en su mayoría alemanas. El motivo de su detención e internamiento era, en muchos casos, la prostitución callejera, o por contactos con judíos u otros "enemigos del Reich" y se las internaba en Ravensbruck, aunque se han documentado también unos pocos casos de mujeres reclutadas como prostitutas en Bergen-Belsen y Auschwitz.

Una vez en Ravensbruck, se las seleccionaba bajo la promesa de que a los 6 meses serían liberadas, algo que nunca ocurría, y al cabo de un tiempo se las devolvía al campo.
Según relata Olga Lotar, prisionera política en Ravensbruck: "Llegaron oficiales de la SS y comenzaron a mirar a las mujeres. Las clasificaban por peso, altura, color de cabello; para diversos gustos. Al principio los nazis engañaron a las mujeres y les decían que si trabajaban 6 meses como prostitutas serían liberadas. Varias creyeron estas promesas pero luego se dieron cuenta de las mentiras. Luego de ser utilizadas las devolvieron deshechas a Ravensbruck. Regresaban con el cuerpo roto y los ojos apagados. Perdieron todo atisbo de esperanza. Su mundo fue destruido y no tenían voluntad para vivir."

En los burdeles no trabajaban mujeres judías, ni los prisioneros judíos tenían acceso. Además los nazis impusieron una rígida división por "raza", así que los alemanes sólo podían ir con mujeres alemanas, los eslavos con eslavas.....

A las mujeres seleccionadas, la mayoría con poco más de 20 años, se les cosía un triangulo negro en la manga, que las distinguía como "asociales", se lavaban, se vestían con ropa de calle y recibían comida de la cocina de los alemanes, recibían un trato distinto al de resto de mujeres. Debían trabajar a diario entre las ocho de la tarde y las diez de la noche.

El burdel estaba situado en casi todos los casos en una barraca a la entrada del campo. Contaban con un dormitorio común para las mujeres, aseo con bañera y habitaciones individuales para su trabajo. Eran los llamados «edificios especiales»

El preso que recibía el derecho a aprovechar los servicios del prostíbulo pasaba un breve examen médico, para detectar si no tenía alguna enfermedad venérea, entregaba dos marcos al funcionario de las SS que gestionaba el negocio (el precio que tenía también un paquete de cigarrillos), y podía subir al piso alto del barracón en el que las presas esperaban a los clientes, vestidas como si fuesen mujeres normales, con ropa bonita y limpia, porque esa sensación de normalidad aumentaba el atractivo de los prostíbulos y el interés de los presos por conseguir el permiso para aprovechar sus servicios.

Según el testimonio de una esclava sexual en Mauthausen: "En las cabañas había pequeñas habitaciones con números. Los hombres antes y después de cada visita se descontaminaban. Cada mujer recibía por día entre 10 a 20 hombres. Los guardianes de las SS nos vigilaban por pequeños agujeros en las puertas. Los hombres debían pagar a los oficiales, que se quedaban con el dinero".

La visita dejaba muy poco espacio para la fantasía. Estaba prohibido hablar y sólo se permitía la posición del misionero. El cliente y la prostituta eran observados permanentemente a través de una mirilla por un guardián de las SS, para asegurarse que se cumplía la prohibición de no hablar, y que redactaba después un informe detallado. El acto tenía que durar un máximo de 20 minutos.

Tras ser utilizadas, se las devolvía a Ravensbruck, donde llegaban hundidas, y donde fueron víctimas  de la práctica de abortos y experimentos para investigar sobre enfermedades de transmisión sexual.

La comandancia de los campos ocultaba siempre 2 cosas cuando recibían "visitas oficiales": el crematorio y el burdel.
La existencia de estas instalaciones permaneció oculta después de la guerra.
Las víctimas optaron por callar y renunciaron a pedir indemnizaciones en la Alemania de posguerra, porque no se las consideró trabajadoras forzadas.

Después de la guerra, muchas de estas mujeres tuvieron que vivir con el peso del estigma social que permaneció sobre ellas a pesar de haber sido víctimas de la violencia brutal del sistema nazi.

Traducción última foto:  "Cada soldado es estrictamente necesario que utilice los preservativos gratuitos suministrados"
"Quien vive entre los deleites y los vicios ha de expiarlos luego con la humillación y la miseria." - Johann Christoph Friedrich von Schiller

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37 Comentarios: (+añadir comentario?)

Unknown dijo...

Horrible, sin duda... una mas de esas oscuras y desconocidas historias que siempre oculta la brutalidad de la peor guerra que ha vivido el mundo. Muy buena eleccion esa frase de Schiller. ¡Saludos!

Nikkita dijo...

Hola Nerea!, pues si, tu lo has dicho: "oscura", porque es raro que se toque esta parte, aunque ya se ha hecho al menos una exposición, y parece que todo va saliendo a la luz. Más vale tarde que nunca.
Saludos

Amparo dijo...

dios mio que duro, pobrecitas, esta parte no la conocia, bueno realmente no conocia casi nada y gracias a ti estoy poniendome al día, increible tu blog preciosa, ahhh y mil gracias por tu premioo, loa cabo de recoger porque estoy malita y he estado dormitando por la fiebre como 2 días.
un besazooo

Elisa dijo...

Un capítulo más de este lado tan oscuro de la historia de la humanidad.
Gracias por hacerlo saber.
Cómo cuesta leerlo Nikkita
Saludos desde Argentina
Elisa

Nikkita dijo...

Hola Amparo y Elisa, es duro, pero una realidad más de las muchas que hay.

Amparo, mejórate.

Elisa, gracias por leerlo.

Besos a las dos.

Gil de Luna dijo...

Escalofriante. Me has dejado sin palabras. Algo que viene siendo habitual desde que te sigo. Se me pone un nudo en la garganta leyendo.
Un saludo amiga y que no nos falten nunca tus artículos.

clara dijo...

Siempre lo mismo: ser mujer-en la guerra, mala combinación, se las ignora,averguenza,desprestigia.
Habría que ver a esos observadores,voyeurs en potencia,detrás de la mirilla,observando sí se canteaban en el misionero,sí había susurros o cambio de postura.

Nikkita- Gracias¡ por hacernoslo llegar y reivindicar a estas mujeres,que somos o podiamos ser cada una de nosotras.

Besos mil

Diana de Méridor dijo...

No se las consideró trabajadoras forzadas?? Esto es el colmo! Y encima oficiales proxenetas. Qué demencial había llegado a ser todo. Y ademas incongruente, porque prohibian ir con mujeres judias pero los soldados sí podían usarlas.
En cuanto a eso de evitar la homosexualidad, creo que era una obsesion que tenian, sí, y que los homosexuales tambien iban a parar a los campos de concentracion.

Madame, ya he visto el premio, enhorabuena para usted y muchisimas gracias por la parte que me toca!

Bisous

Nikkita dijo...

Gracias Gil de Luna... lo intentaré.
Muchos besos

Nikkita dijo...

Pues si Clara, por que en este caso daba igual si eras judío o no, solo con ser mujer y cumplir sus cánones ya tenias todas las papeletas...Para los observadores... no se qué decirte, se lo tomaban como una forma más de humillar, aunque podemos imaginar mil situaciones.
Besos

Nikkita dijo...

Esa era la doble moral madame... no podían tener contacto con ellos, pero si en el caso de los soldados del frente... Detenían a las mujeres por prostituirse en la calle... y lo potenciaban en los campos. Y como al principio algunas se ofrecieron voluntarias creyendo sus palabras... no se consideraban trabajos forzados.
Besos

meg dijo...

Nikkita, estremecedor relato. Pero al terminarlo me chirría la frase de Schiller... No creo que ellas vivieran entre los placeres, precisamente...

Nikkita dijo...

Meg, la frase no se dirige a ellas, todo lo contrario, los deleites y los vicios son los de quienes las llevaron a eso.
Besos

FABIA dijo...

Terrible documento el de hoy, aunque no me sorprende y no porque lo conociera, si no porque fue , es y seguirá siendo (tristemente) una práctica habitual en guerras y conflictos, con mujeres e incluso niños, Es escalofriante pensar como debian sentirse estas mujeres, casi niñas lo mas probable.
Besinos.

Nikkita dijo...

Si Fabia, los más débiles generalmente, mujeres y niños. Estas mujercitas rondaban los 20 años, o sea que en realidad, seguían siendo "niñas".
Muchos besos

Pablo Marín dijo...

Hola Nikkita, me he quedado helado leyendo tu post. Por mucho que imaginemos o sepamos la cantidad de barbaridades que se hicieron, parece que se vuelven mas "reales" cuando las lees descritas de esta manera tan cruda.
Enhorabuena por tu blog.

Un saludo

Nikkita dijo...

Hola Pablo, gracias por tus palabras. Créeme si te digo que aun con todo lo que lees intento no poner los detalles más duros para no restarle atención a los verdaderos protagonistas.
Un saludo.

felix dijo...

Querida Nikkita...

Pues si no tenían bastante con las humillaciones y los castigos inhumanos a los que eran sometidas....
Para mi era algo de intuir, pero gracias a tu narración, me voy aprendiendo mucho más.

Muchos besos

Oscar dijo...

Que horrible, cuanto cabron crea la historia.

No tengo palabras

Nikkita dijo...

Hola Felix, pues si... ¿qué no pasó?, cualquier cosa imaginable ten por seguro que sucedió.
El aprendizaje es mutuo, yo también aprendo cada día con tus Historias de Nuestra Historia.
Muchos besos.

Nikkita dijo...

Oscar... tu mismo lo has dicho todo en una sola frase.
Besos

Perikiyo dijo...

No conocía estos hechos. Nunca habría imaginado la creación de burdeles dentro de los campos. Pero, ¿en qué pensaban esos nazis?. ¿Cómo fueron capaces de tratar así a esas mujeres? Y lo de los vigilantes tras la mirilla que tenían que redactar un informe...
No tengo palabras. Al menos las que se me ocurren no son dignas de aparecer aquí. Me ha quedado un nudo en la garganta cuando he leído esta entrada.

También me ha llamado la atención la fotografía de las dos mujeres a las que han rapado la cabeza y pintado la frente. Están rodeadas de gente que, parece ser, se están burlando de ellas. Me recuerda a otros hechos parecidos que ocurrieron en España.

Malditas sean las guerras, y los canallas que las originan.

Perdona si hoy he hecho gala de una especial "mala leche", pero es que hay cosas que rizan el rizo.

Un beso, Nikkita.

Nikkita dijo...

Hola Perikiyo, no te sorprendas, es solo un grano de arena más en la duna. Las palabras que se te ocurren me las imagino, no creo que haya nadie que no las piense.
En cuanto a la foto, era algo muy común durante y despues de la guerra (les toundes), rapar la cabeza a las mujeres como símbolo de humillación, pero esto se ha hecho desde hace siglos, y en cualquier país.
Estas en tu casa para decir lo que te parezca. Estaría bueno.
Un beso.

Chesana dijo...

Siendo como es un tema espeluznante de la historia reciente, me he quedado con esa cifra de que cada mujer recibía de diez a veinte hombres al día. Si te paras y lo piensas, todavía te parece más asqueroso. No me extraña que llegaran de vuelta como cuentas. Cómo olvidar algo así?. Y como siempre, después, la doble moral.

Chesana dijo...

Perdona pero leyendo el comentario de Perikiyo le quería hacer una observación: a las mujeres españolas, en la Guerra Civil (1936-1939), también les rapaban la cabeza y luego las "paseaban" para que todo el mundo las viera e hicieran burla y escarnio de ellas.

Nikkita dijo...

Si Ches, a mi también se me quedó la cifra, pero prefiero no pararme a pensar....y efectivamente es muy interesante el tema de la doble moral en todo.
Besos.

Perikiyo dijo...

Hola, Chesana.
No sé si llegarás a leer este comentario, pero, por si acaso, lo escribo.
Te agradezco la observación, referente a las mujeres rapadas durante la guerra civil española. Precisamente a eso me refería en mi comentario anterior, cuando escribí que me recordaba a hechos ocurridos en España.
Un saludo, y pasaré por tu blog, que no lo conzco.

Vaka dijo...

Que panda de Hijos de puta.

Que poca vergüenza.

Me quede sin palabras, un relato aterrador.

Nikkita dijo...

Pero vaka.... sin quitarte la razón te voy a tener que lavar la boca.... Ha quedado clarísimo.
Besos

Jedi Sensei dijo...

Qué horror!!! Esto es peor que leer un relato de terror... me quedo sin palabras...

Nikkita dijo...

Cero es para quedarse sin ellas.
Besos!

eulez dijo...

Tremendo. La perversión nazi es un no parar. Todavía sorprende.

Nikkita dijo...

Hola Eulez, aunque parezca increíble, aun a día de hoy sigue habiendo hechos y datos que siguen sorprendiendo, y los que quedan... cuando salgan a la luz los que faltan.
Saludos

56522 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Nikkita dijo...

KitzOgen, lo buscaré, gracias por la información!.
Salud

Master of Doom dijo...

Interesante post que has redactado. Me recordo el triste capitulo de las coreanas que fueron esclavas sexuales de los japoneses durante la ocupacion japonesa de Corea. Creo que tambien hubo casos de chinas forzadas a ser esclavas sexuales para los soldados japoneses

Nikkita dijo...

Master of Doom, gracias!. En todas las guerras hay esclavas sexuales, parece que es un capítulo inevitable.
Saludos

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