Juan Pujol García, es el español que logró engañar a Hitler, facilitando a los Aliados el desembarco en Normandía.
Nació en Barcelona el 14 de febrero de 1.912.
Tras la muerte de su padre en 1933, probó fortuna en varios negocios, pero la Guerra Civil truncó sus ambiciones. Llamado a filas por el ejército republicano, se escondió en casa de unos amigos durante más de un año pues no simpatizaba con ninguno de los bandos porque repudiaba todo extremismo. Descubierto en su escondite, se alistó como voluntario republicano con el propósito de pasar al bando nacional, cosa que hizo en septiembre de 1938. Sin embargo, la victoria de Franco no le inspiró muchas celebraciones: no tardó en comprender que una España fascista era tan indeseable como una España comunista.
Desarrolló una profunda aversión hacia la Alemania Nazi y la Unión Soviética después de sus vivencias del fascismo y del comunismo en España tras la guerra civil, y alrededor de 1940, decidió que debía contribuir al final de la guerra ayudando a Gran Bretaña, único adversario de Alemania en aquellas fechas.
Garbo se dirigió entonces a la embajada británica en Lisboa, donde ofreció sus servicios como espía. Tras ser rechazado, ofreció sus servicios al III Reich, que confían en él por ser un excombatiente del bando nacional, con la intención de servir como espía doble para los aliados (había ideado un plan para ponerse al servicio de Alemania o Italia como agente doble con el objetivo de minar desde dentro a las potencias del Eje). Su nombre en clave para los alemanes era Rufus.
Una vez aceptado por los alemanes estableció una falsa red de espías e hizo pequeños trabajos para estos, tales como retransmitir códigos por radio... y volvió a ofrecer sus servicios al MI5, dos años después, siendo esta vez aceptado, ya que el servicio de inteligencia británico había controlado sus pasos y conocía su situación (aunque esto él nunca lo llegó a saber).
Aunque operaba inicialmente desde Lisboa, les decía a los alemanes que estaba en Gran Bretaña. Inventaba informes ficticios sobre movimientos de barcos mercantes, convenciéndoles de que eran datos verdaderamente valiosos, gracias a información obtenida en la biblioteca de Lisboa, noticieros del cine, un mapa de la isla, una Guía Azul de Inglaterra, un diccionario de términos militares inglés-francés, periódicos... Fingía viajar por toda Gran Bretaña y enviaba sus partes de gastos, según los precios que obtenía de una guía de ferrocarriles británica. Garbo, lo mismo dibujaba planos que plantaba sobre el mapa campamentos llenos de soldados o se recreaba en la minuciosa descripción del tonelaje de un buque mercante. Tomas Harris (su superior y funcionario del servicio secreto británico) reconocía en un sumario que, a la luz de esas cartas, nadie en el MI5 podía creer que nunca hubiera pisado suelo inglés.
Llegó a Inglaterra el 24 de abril de 1942 y operó como agente doble bajo el auspicio del Comité XX (Sistema de la Doble Cruz). Su trabajo principal fue el de convencer a los alemanes que había conseguido reclutar a un gran número de agentes en Gran Bretaña, algunos de ellos personas de mucha influencia y con información valiosa. La dificultad de su trabajo radicaba en que debía en todo momento fabricar informes coherentes de todos los agentes que iba inventando y que no se contradijeran entre sí, sin perder credibilidad.
Para los británicos su nombre en clave fue Bovril, pero tras comprobar las grandes dotes persuasivas de sus imaginativos mensajes, lo renombraron Garbo, ya que pensaban que sus dotes interpretativas eran tan buenas o mejores que las de la actriz Greta Garbo.
La información que Pujol enviaba a los alemanes era inventada por sus superiores Británicos e incluía una gran parte de sucesos verdaderos para que los informes fueran más convincentes. A veces, se conseguía el efecto deseado mandando información genuina pero retrasando su llegada para que el daño fuera mínimo. Para ello a veces se recurría a matasellar una carta con una fecha anterior, pero no mandándola hasta la víspera del movimiento de tropas en cuestión para que cuando llegara pareciera un retraso del servicio de correos. Los alemanes pagaban a Garbo grandes cantidades de dinero para mantener su red de agentes, que en un momento dado llegó a contar con 27 personajes ficticios. Garbo gozó de bastante credibilidad entre sus superiores (tanto de un bando como del otro) lo que le llevó a adquirir el status de "A1 Agent".
De las 423 cartas que emitió la oficina de Harris, Garbo “firmó” hasta 315, con una extensión media de quinientas palabras cada una, y fue el responsable único de sus traducciones al español.
Los alemanes estaban impresionados con los informes que Garbo les enviaba. Las informaciones de Garbo llegaban a la Abwehr por correo, haciendo un periplo de Londres a Portugal gracias a "la colaboración de un piloto de KLM, quien los enviaba a Berlín por correo desde Lisboa." Un informe que impresionó a los alemanes fue el que contenía los detalles sobre el desembarco anglo-americano en África, pero que manifestaron que "desafortunadamente, llegó demasiado tarde, por culpa del correo." En vista de eso, la Abwehr decidió utilizar equipos de radio para las futuras comunicaciones.
Tan indispensable era el espía español para los dos países para los que trabajaba que en 1944 los ingleses le condecoraron con la Orden del Imperio Británico.., casi al mismo tiempo que recibió, in absentia, la Cruz de Hierro de una Alemania agradecida.
Su importancia en la Historia, no ya del espionaje, sino de la Humanidad, pasa por su intervención en la llamada Operación Overlord.
Esta compleja operación dispuso, de una cobertura previa que recibió el nombre de Operación Fortaleza, y que se dividía, a su vez, en dos fases: Fortaleza Norte, una amenaza de ataque a Noruega que debía efectuar el imaginario Cuarto Ejército británico, y Fortaleza Sur, referida, al desembarco en Calais, y que habría de llevar a cabo el primer grupo del Ejército de Estados Unidos, llamado Fusag.
Convenció a Adolf Hitler y a muchos de sus colaboradores de que la invasión aliada ocurriría en el Estrecho de Calais, a 250 km de Normandía, y que el desembarco de Normandía era sólo una maniobra para atraer a las tropas alemanas lejos de Calais.
De hecho, fue tal la credibilidad de la que gozó por parte de Hitler, que incluso una vez comenzado el desembarco, siguió pensando que esta no era la verdadera invasión, sino una mera distracción para el verdadero ataque en Calais. Para cuando Hitler se dió cuenta del engaño, la Operación Overlord ya había sido un éxito y las tropas aliadas ya se había adentrado demasiado profundo, por lo que la movilización de las divisiones acorazadas no tendrían el mismo significado.
Después de la guerra, por seguridad, fingió su propia muerte y se instaló en Venezuela bajo identidad falsa. Ni siquiera su mujer y sus hijas supieron de él hasta casi cuarenta años más tarde, cuando se dio a conocer en los años ochenta.
Murió en Caracas el 10 de octubre de 1988.
"El mejor guerrero es aquel que consigue transformar al enemigo en amigo" - Paulo Coelho
2 Comentarios: (+añadir comentario?)
los felicito por estos post!, como todos parecen súper interesantes lo que hice fue guardarlos a todos para imprimirlos y llevarlos mientras viajo al Caribe por unos días de vacaciones, ya que son varias horas de vuelo y me gusta leer llevo mucho.
Vacaciones Punta Cana, bienvenido, espero que tengas buen viaje.
Un saludo
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