Jaume Ribas, Lipstick

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España fue escenario de una intensa batalla de espionaje en la Segunda Guerra Mundial.
Finalizada la guerra civil, los nazis contaban con el apoyo del gobierno franquista, por lo que su red de espionaje en España fue mucho mayor económicamente y en volúmen de personas que la de los británicos y norteamericanos, lo que provocó que los aliados tuvieran que captar a numerosos agentes españoles, muchos de ellos ex combatientes antifranquistas.
Alguno de los agentes, para ganarse la confianza del MI5 o del MI6 británicos, antes tuvo que hacerse agente de la “Abwehr” alemana, y de ese modo iniciaron una peligrosa carrera de dobles agentes. Tal fue el caso del conocido como “Lipstick” por los aliados, Felipe Mataró por los alemanes, pero cuyo verdadero nombre era Jaume Ribas.

Algunos documentos desclasificados de los archivos nacionales del Reino Unido trataban de un espía cuyo nombre clave era Lipstick (pintalabios), pero ninguno de ellos revelaba claramente la identidad del personaje, aunque ofrecían una serie de datos de su perfil: un hombre catalán, de familia acomodada, que durante la Segunda Guerra Mundial había sido doble agente del famoso departamento del Servicio de Inteligencia dirigido por Kim Philby, y explicaba paso por paso el nacimiento de un espía.
Sobre Lipstick, el periodista británico Nigel West había apuntado la posibilidad de que fuera el ex presidente de la Generalitat Josep Tarradellas. Una hipótesis puesta en duda por muchos historiadores y que los datos hallados desbaratan.

Según uno de los documentos, Lipstick era un ingeniero químico, casado con la hija de un político catalán (Carolina Pi-Sunyer, hija de Carles Pi i Sunyer), y militante del Frente Nacional de Cataluña. La prueba de que la identificación es correcta se encuentra en el mismo documento: a pesar del esfuerzo de los funcionarios por ocultar pistas sobre la verdadera identidad del personaje, borrando nombres y datos reveladores, se les olvidó esconder, en una línea del informe, un "Jaume" atribuido directamente a "Lipstick".

Jaume Ribas fue espía doble en una España amiga de los nazis en la que si llegan a descubrir que, además de trabajar para los británicos, era un catalanista feroz, le habría costado muy caro. Sus viajes Cataluña le permitieron desdoblar su trabajo: por una parte, informar los británicos, y por otra, llevar documentación del Consejo Nacional de Cataluña (presidido por Carles Pi i Sunyer en Londres) al Frente Nacional de Cataluña (Joan Cornudella), y viceversa.
sus superiores lo acusaron de estar más interesado en organizar el movimiento independentista que en pasar información a los británicos.

Era experto en plásticos, y su tarea principal era pasar información de carácter técnico y de disposición de tropas. Pasaba la información escrita con tinta invisible y microfotografía. Actuó desde noviembre de 1942 hasta marzo de 1943.

¿Cómo logró ser doble agente y, sortear la represión franquista y ganarse la confianza del régimen siendo en realidad demócrata, catalanista y excombatiente del bando republicano durante la recién acabada guerra civil española?
La explicación nos la dan Eduardo Martín de Pozuelo e Iñaki Ellakuría en su libro "La guerra ignorada: Los espías españoles que combatieron a los nazis":
 "(…) El 12 de octubre de 1943 Lipstick arribó a Lisboa y nada más aterrizar envió unos telegramas a sus contactos alemanes anunciando su presencia en la Península. Esperaba una respuesta inmediata. Pero esta no se produjo. Al no recibir noticias, acudió a la oficina de Lufthansa, donde el director le puso en contacto con la sección aérea de la embajada alemana en Portugal, dirigida por un tal Dr. Wenceslao. Este le dijo que pediría instrucciones a Madrid y que le diría algo. Así fue. Aquel mismo día un joven alemán le entregó 1.000 escudos y un billete de avión para Madrid, advirtiéndole de que alguien le esperaría en Barajas y que si por la razón que fuera el contacto no se presentaba, debía llamar al 56045, extensión 02, o lo que es lo mismo, a una extensión de la embajada alemana que estaba en el Bureau Franzbach, en la calle Claudio Coello 151, esquina con María de Molina, donde debía preguntar por el señor Largo.
Ribas llegó a Barajas el mismo 12 de octubre. Nadie le esperaba en el aeropuerto. Ni rastro de su supuesto contacto alemán. Así, optó por  llamar al número que le habían dado, pero… allí nadie conocía al señor Largo. “Soy Mataró”, dijo. “Vuelva a llamar en cinco minutos”, le respondió un hombre que no se identificó desde el otro lado del teléfono. Así lo hizo y esta vez le dio nuevas instrucciones: “Llame al 61499 y pregunte por la señorita Isabel (sic)”. De nuevo Lipstick se encontró marcando un número de teléfono desconocido. Aunque en esta ocasión la cosa fue más fácil y enseguida le dijeron que se presentara en un edificio de la calle Lista (hoy Ortega y Gasset), 49, 4.º derecha. Allí le estarían esperando.
En poco menos de media hora, Lipstick llegó al citado edificio, donde fue recibido por la señorita Isabel. Esta le dijo debería tratar con un tal don Juan, un alemán que había reemplazado a Christian Paschke en Madrid. También le comunicó que don Juan trabajaba para un tal don José. Primera sorpresa y contratiempo: su contacto ya no era Paschke, su conocido del club de tenis Barcelona que tanto le había ayudado a convertirse en el agente secreto Mataró.
Lipstick se sintió un poco perdido. ¿Quiénes demonios eran todos aquellos nuevos agentes? ¿Podía fiarse de ellos? Y lo que era peor, ¿ellos confiarían en él? Todas estas incertidumbres se fueron despejando poco a poco en la mente de Lipstick, y pronto descubriría que  el señor Largo, otro de sus nuevos contactos, se llamaba en realidad Von Buch, un agente del Abwehr, de 35 años, llegado de Argentina, mientras que don José era Herman von Wenchenstern, el alemán adscrito al Abwher en la subdelegación que la embajada alemana en Madrid tenía en María de Molina. En cuanto a la señorita Isabel, era una mujer de unos 34 años, morena, atractiva y casada con un hombre no identificado que trabajaba en Alemania. Era lista y no sabía taquigrafía, por lo que se notaba que era una falsa secretaria.

Lipstick pensó, y así lo dijo a su regreso a Londres, que la señorita Isabel y don Juan eran algo más que compañeros de trabajo. (...)".

Fue descubierto por la policía española pero con grandes dificultades, pudo huir en avión desde Madrid. Llegó a Londres a finales de 1943 y sus superiores entre otras medidas, cortaron todos los contactos con los nacionalistas catalanes.

"Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas." - "El Arte de la Guerra"

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14 Comentarios: (+añadir comentario?)

Oscar dijo...

No tenia ni idea, en el colegio nunca nos hablaron de este personaje y eso que soy catalan.

Este fin de semana ire ha hacer las fotos para tu reportage

Nikkita dijo...

Hola Oscar,
hace relativamente poco tiempo que se han desclasificado los archivos.
La inteligencia británica mantiene siempre en absoluto secreto los datos de sus agentes, hasta que ellos mismos los revelen, si quieren hacerlo.
De hecho, hay aún un espía español que tuvo bastante relevancia del que no se sabe nada acerca de quién puede ser, porque él no ha querido revelarlo nunca. Solo se conoce su nombre en clave.
A lo de las fotos, que decirte, me siento super halagada.
Un beso.

meg dijo...

Qué curioso este personaje. Yo sabía de algún españolo de familia muy acomodada (no sabía que de Cataluña) fue doble espia, porque se reveló en los papeles de Philby cuando lo detuvieron. Pero bueno es saber quién ea en realidad. Buen artículo, Nikita. Enhorabuena. Nos vas descubriendo unos personajes interensantísimos que también hicieron historia.

meg dijo...

Por cierto. Y muy buena la frase del post.

Nikkita dijo...

Gracias meg, no sé si descubrir, pero al menos si recordar.
Besos

Gil de Luna dijo...

Gracias un día más por hacernos llegar cosas nuevas. Cosas que la mayoría desconociamos y que deberian estar en la memoria de todos por su trancendencia.
He encontrado un artículo que quiza te pueda ayudar, sobre los españoles practicamente desconocidos que salvaron miles de vidas.

http://agosto.libertaddigital.com/articulo.php/1276232194

Espero que te sea de utilidad, a mi me ha parecido interesante y aunque se centra en uno de los personajes, nombra a varios más.
Un saludo y gran trabajo.

Nikkita dijo...

Gracias a ti, Gil de Luna.
Si, es muy interesante, gracias por el link. La verdad es que tengo bastante información también sobre diplomáticos españoles que tuvieron un gran papel en aquella época, y si tenia pensado hablaros sobre ellos, pero hay tanta gente, que creo que os puedo estar subiendo información por muuuuuucho tiempo :).
Lo que voy a hacer es ir metiendo la información que me sugerís a medida que lo hacéis.
De momento tengo para hablaros del campo de Rivesaltes gracias a Oscar, y de algún diplomático español por tí, Sainz Briz es una buena elección.
Gracias otra vez.

felix dijo...

Hola Nikkita. Siempre me gustaron las historias de espías y contraespías. Ya en la angiguedad, aunque con otras técnicas, por supuesto, se infiltraban en el bando enemigo a soldados con el fin de recabar información sobre movimientos de las tropas enemigas. La Segunda Guerra Mundial, sin duda, fue un escenario perfecto para este tipo de personajes, con un halo de misterio y romanticismo. Porque, todo hay que decirlo, el espía es un personaje romántico por naturaleza. La frase del Arte de la Guerra con la que acabas es un resumen estupendo de lo valiosa que es la información, no a través de terceros, sino desde el mismo corazón de tu enemigo. La primera guerra mundial también dió que hablar en cuanto a espionaje (uno de los personajes que he abordado en mi blog es el de Matahari). Y que decir de la guerra fría, en la que los dos bloques mantenían operativos numerosos espías. En fin, que has tocado uno de mis temas favoritos, un tema en el que por mucho que leas siempre te quedarán cosas por saber. Para eso son espías. Besossss

Nikkita dijo...

Gracias Felix, me alegro de veras haber dado en el clavo. Espero que te guste la entrada de mañana.
Todavía me queda algún espía español más en la recamara de esta época, así que los iré subiendo.
Quizá los vemos con ese aire misterioso y romántico por el riesgo que conlleva el espionaje en si, y esa mezcla de adrenalina y acceso a lo "prohibido". No lo sé, pero cierto es que a mi también me atrae.
Un beso

Perikiyo dijo...

Resulta interesantísima esa otra guerra que se libra en la trastienda, lejos del frente y de los campos de concentración, en la que hasta las sombras son sospechosas.

Besos.

Nikkita dijo...

Cierto Perikiyo, pero también que agotamiento no poder fiarte nunca ni de tu propia sombra :D.
Besos

admin dijo...

hola! lindo blog, pasate por el mio
saludos!

Anónimo dijo...

Muy interesante. Gracias

Nikkita dijo...

Gracias a ti macgo.

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