El Comprador de Aniversarios : Holocausto en Español

Autor del libro: Adolfo García Ortega

Escritor español, nacido en Valladolid el 22 de mayo de 1958, aunque reside en Madrid desde 1982. Durante la década de los 80 se dedicó al periodismo de carácter cultural y a la crítica literaria en periódicos como El País, Diario 16 y La Vanguardia, además de colaborar en revistas literarias como Leer, El Urogallo, La balsa de la Medusa, Ínsula, Quimera, Revista de Occidente y Letra Internacional.
En su faceta de traductor ha trabajado con autores como Valery Larbaud, Roland Barthes, Blaise Cendrars, Isabelle Eberhardt o el poeta catalán Miquel Martí i Pol.
Desde el año 2000 al 2007 ha sido Director Editorial de Seix Barral. Actualmente es asesor del Grupo Planeta.

Sinopsis:
Galardonada con el Premio Dulce Chacón, El comprador de aniversarios es la invención de la vida no vivida de un niño judío, de nombre Hurbinek, que muere en Auschwitz con tres años. Mencionado en La tregua de Primo Levi como alguien de quien no se sabe nada en absoluto, en esta novela se hace una recreación de los años anteriores al nacimiento de Hurbinek y de los posteriores, en los que se cuenta cuál habría sido su vida, de haber sobrevivido.
Escrita de manera originalísima, mezclando en todo momento ficción y realidad, el resultado es una impresionante síntesis del Holocausto, a la vez que el relato de las conmovedoras historias de amor de un puñado de seres humanos víctimas del terror nazi.
El comprador de aniversarios se convierte en una sobrecogedora fábula de todo lo que rodeó la funesta historia de Auschwitz y el Holocausto, y deja sin aliento al lector.

Críticas:

Conmovedor, profundo, triste y bellísimo. (Elvira Lindo, El País)
Una novela extraordinaria. Háganme caso, comiencen a leerla desde ahora mismo. (Hugo García Saritzu, La Vanguardia)
El efecto de luminosa transparencia que depara siempre al lector la prosa de Adolfo García Ortega en este libro se vuelve todavía más exacto, más preciso, más ajustado a la materia que trata. (Antonio Muñoz Molina)

Yo descubrí este libro, hace años, de casualidad. Iba de viaje, y olvidé coger un libro para las esperas en el aeropuerto, por lo que, aburrida, me fuí a una librería a pasar el rato, lo vi de refilón y lo compré.

Hasta hoy, es uno de los libros que más me han conmovido. No me proporcionó ninguna información nueva para mí en cuanto a la forma de vida en los campos de concentración, pero si me impacto imaginar al personaje, Hurbinek (nombre que le dan interpretando alguno de los sonidos que emite de vez en cuando), un niño de 3 años al que nombra Primo Levi en La Tregua, que conoció en Auschwitz, y del que dice: "Nada queda de él. El testimonio de su existencia son estas palabras mías".

Esta narrativa, nos habla de un intelectual español que, impactado por la obra de Primo Levi, decide visitar Auschwitz, pero por el camino, sufre un accidente de tráfico y es hospitalizado en Frankfurt.
Desde su cama, al ver a los médicos que le atienden, los asocia de alguna manera al terrible Dr. Mengele, traza una comparación entre la Alemania actual y la de la época nazi, y reconstruye mentalmente la figura de Hurbinek, un niño de tres años nacido en el campo de exterminio y que no sobrevivió a las terribles condiciones del lugar, basándose en la reseña de Primo Levi.
Mezclando pasado y presente,imagina cómo podría haber sido su vida en la actualidad, el origen y la familia del niño, y la brevísima vida de Hubrinek, que nunca llegó a hablar ni a caminar.

Cuando leí este libro, me hizo pensar cómo un niño desvalido puede, solo con su mirada, despertar en los adultos un sentimiento de ternura y protección independientemente de en qué situación se encuentren ellos mismos. Cuántos niños pasaron por la vida de la misma manera, pero ni siquiera hay un mínimo testimonio de su existencia. Y sobre todo, qué terrible me resulta que un niño de 3 años, tenga una biografía de la que escribir un libro, así que busqué información sobre su autor para saber por qué había decidido escribir esta novela, y me encontré con una respuesta que da en una entrevista que le hace Yaron Avitov, con la que, en parte, me sentí identificada con él, en la que dice:

" La impresión profunda por el Holocausto procede de los documentales y fotos y libros que veía, primero de niño y luego de adolescente, [....]. De ahí nació un sentimiento, desde muy joven, por hacer justicia, por reparar un enorme mal, por contribuir a restituir la vida y la memoria cercenadas.",

Definitivamente, recomiendo la lectura de este libro, rápido y cómodo de leer.