Octavilla soviética en que se insta a los militantes de la División Azul a la rendición: Lee esta hoja y pásala a tu compañero. El Gobierno de la U.R.S.S.
Observa estrictamente todas las leyes internacionales en relación con los prisioneros de guerra. De acuerdo con la decisión del Gobierno Soviético Nº 1.798 del 1 de julio de 1.941, y la óden del comisario de defensa de la URSS Stalin, nº 55 del 23 de febrero de 1.942, a todo el que se entrega prisionero, el Ejército Rojo le garantiza la vida y el regreso a la patria después de terminada la guerra. Todos los prisioneros están alojados en campos especiales, visitados por representantes de la Cruz Roja Internacional. Los campos para los prisioneros de guerra españoles están situados en regiones de clima templado. La jornada de trabajo para los prisioneros es de 8 horas. El trabajo es pagado. A los prisioneros de guerra españoles en la URSS se les dá 3 comidas calientes al día, 400 gramos de pan, para los que trabajan 800 gramos, 300 gramos de verduras y patatas, embutidos, carne, pescado, azúcar, té y tabaco. Los prisioneros tienen derecho a mantener correspondencia con sus familiares a través de la Cruz Roja Internacional. Esta hoja sirve de salvoconducto para ### al Ejército Rojo.
Esto ocurre en un bar de la Francia después de la invasión alemana.
Un alemán que frecuenta un bar en particular, recibe habitualmente el saludo del Loro que tiene el dueño del bar, en el que dice: "Bonjour Grand Cochon" (Hola Gran Cerdo). Entonces el alemán sonríe al loro y todos los presentes en aquel momento hacen lo posible para no reír. Todo lo contrario que el dueño de el bar que temía que el alemán descubriera el significado y le denunciara a la Gestapo. Al fin llego el día, y el alemán preguntó qué era lo que el loro le decía cada día, a lo que el dueño le contestó improvisando que "gran cochon" era algo como "gran conquistador" y que era un saludo de gran honra en Francia, entonces el Loro volvió a repetir "Bonjour Grand Cochon!" y el alemán halagado dijo: "No, no... yo pequeño cochon ¡Pero Hitler si que es un grand cochon.
Un alemán que frecuenta un bar en particular, recibe habitualmente el saludo del Loro que tiene el dueño del bar, en el que dice: "Bonjour Grand Cochon" (Hola Gran Cerdo). Entonces el alemán sonríe al loro y todos los presentes en aquel momento hacen lo posible para no reír. Todo lo contrario que el dueño de el bar que temía que el alemán descubriera el significado y le denunciara a la Gestapo. Al fin llego el día, y el alemán preguntó qué era lo que el loro le decía cada día, a lo que el dueño le contestó improvisando que "gran cochon" era algo como "gran conquistador" y que era un saludo de gran honra en Francia, entonces el Loro volvió a repetir "Bonjour Grand Cochon!" y el alemán halagado dijo: "No, no... yo pequeño cochon ¡Pero Hitler si que es un grand cochon.
Propaganda negra: este tipo de propaganda hacía estragos en los soldados cuando atrincherados en el frente tras un durísimo bombardeo recibían una lluvia de panfletos como este cayendo en las trincheras. Las consecuencias son imaginables y es ahí donde la disciplina y el entrenamiento, cumple su función fundamental, que es preservar la vida de los hombres:
Anverso: "Por favor ayuda a traer a casa a mi papá"
Reverso: "Querido Padre que estás en el Cielo: Mamá está siempre muy triste, derramando muchas lágrimas el día entero. Mamá dice, que si papá no viene pronto, papá se quedará en esa horrible guerra para siempre, jamás..."
Reverso: "Querido Padre que estás en el Cielo: Mamá está siempre muy triste, derramando muchas lágrimas el día entero. Mamá dice, que si papá no viene pronto, papá se quedará en esa horrible guerra para siempre, jamás..."
Los Divisionarios, rebautizaron cientos de aldeas y pueblos por los que pasaban. La semejanza fonética junto con el buen humor y la creatividad eran la base para esta "castellanización". Así por ejemplo encontramos que el poblado "Antropschino" paso a conocerse entre los divisionarios como " Antro chino". La localidad de "Waygamysa" era conocida como "Venga a Misa". La ciudad de "Krassnogwardejsk" fue rebautizada como "Carlos Gardel". Especial atención merece el pueblo de Wjarlewo, lugar elegido para realizar los relevos de los divisionarios, con la llegada de nuevos voluntarios y la marcha de los más veteranos, entre los españoles se conocía como "Villa Relevo".
El ejército de la Alemania nazi, presunto representante de la superioridad de la raza aria, se convirtió a lo largo de la guerra en una torre de Babel, al igual que pasó con los Aliados. Combatieron del lado alemán franceses, croatas, rusos, letones, lituanos, tártaros, norteafricanos, turcomanos, chechenos, e incluso se dice que indios (probablemente capturados de divisiones inglesas). Incluso las máximas representantes de los ideales nacionalsocialistas, las S.S., admitieron en sus filas a belgas, daneses, holandeses, noruegos, españoles, franceses... y a auxiliares del este de Europa.
En el ambiente de euforia que generó la firma de los acuerdos de Munich, el parlamentario socialdemócrata sueco E. G. C. Brandt presentó la candidatura de Adolf Hitler al premio Nobel de la Paz. La propuesta fue recogida, pero no prosperó ante la carencia de ulteriores adhesiones. Tras la ocupación alemana de Checoslovaquia, el 1 de febrero de 1939, Brandt, arrepentido, intentó anular su petición para que no quedara rastro de la misma, pero el Comité Nobel, de acuerdo con sus estatutos, lo denegó.
En 1935 existía una organización en Alemania, llamada Ahnenerbe, que tenía como objetivo el estudio de temas raciales. Este instituto envió al norte de Jaén a unos investigadores, con el fin de descubrir la conexión entre los alemanes puros y los nativos de esta zona, a raíz de unos colonos que se instalaron por allí en tiempos de Carlos III. Para llevar a cabo la investigación era necesario medir y estudiar el cráneo de los paisanos para localizar el enlace ancestral. Los jienenses, por amor al arte no se iban a poner a disposición de los foráneos, por lo que a estos no les quedó más remedio que usar una razón más sólida y universal: el dinero. Cada paisano dispuesto al estudio cobraría 5 pesetas de la época. Tardó un momento en correr por toda la zona la noticia de que unos extranjeros pagaban por medirte la cabeza. Y allá que fueron no pocos nativos a dejarse estudiar. Pero claro, vista la oportunidad comenzaron a aparecer hermanos gemelos y hasta trillizos, que permitían cobrar por el estudio dos y hasta tres veces, usando una sola cabeza. Los nazis pedían la partida de bautismo para identificar las personas y además para comprobar que eran de aquella zona, pero el español, a la hora de coger dinero fácil es hábil y generoso. Y esa habilidad le llevó a encontrar una solución al problema y esa generosidad le llevó a compartir sus ganancias con algún sacristán dispuesto a hacer partidas de bautismo duplicadas y hasta triplicadas, cambiando el nombre del bautizado.
Para finalizar, la leyenda del Proyecto Rainbow, "El experimento Philadelphia":
14 Comentarios: (+añadir comentario?)
Interesántisimo, querida Nikkita. Vaya curiosidades. Me gusto la del loro,je,je. Y los cambios de topónimos de los Divisionarios tampoco se guedan atras. Muy bueno. Besossss
Muy interesante Nikkita, es bueno sonreir incluso en esta parte de la Historia ¡que bueno lo del loro! y me pareció increible la candidatura de Hitler al Nobel de la Paz¡eso si que es un mal chiste!. Me ha gustado todo y el video sorprendente, con lo esceptica que soy yo con estos experimentos.
Besinos.
Hola Félix, si, la del loro está muy bien, pero a mi la que más me gustó fue la de los Divisionarios.... me hace mucha gracia imaginármelo.
Besos.
Fabia, afortunadamente hay algo de humor también aquí, y no viene mal de vez en cuando para compensar entradas más dramáticas. Del vídeo qué decirte, la verdad es que a mi me suena a historia de ciencia ficción, pero ahí lo dejo para que cada uno valore.
Un beso
¡Genial Nikkita!. Hace falta un poco de humor entre tanta conmoci´çon.
Graciosa la del loro y la del bautismo de los pueblos castellanizando los nombres.
Enhorabuena Nikkita. Cada vez mejor tu blog.
Gracias meg, me alegro que te haya gustado.
Un saludo
me ha encantado, voy a descubrir algo aqui de lo que no tenia ni idea
un beso
Gracias Amparo, bienvenida!.
Espero que soluciones tu problemilla en la oficina, me ha encantado el blog.
Besos
Sobre el tema de Ahnenerbe, leí hace un tiempo "El plan maestro" de Heather Pringle, que trata el tema. Es curiosa la manera que tenían los nazis de hacer el ridículo científica y culturalmente.
Un saludo.
No conocía el libro, pero desde luego hicieron el ridículo bien... me hubiera gustado ver por un agujero a los jienenses riéndose en su cara después de haber pasado dos o tres veces por allí haciéndose pasar por mellizos o trillizos.
Gracias por la aportación!
Saludos
Muy entretenida esta entrada.
La octavilla soviética parece, salvando las distancias, el folleto de una agencia de viajes.
En cuanto a Ahnenerbe, algo había oído. Por lo visto, mucho tiempo atrás, en vista de lo bajitos, feos y oscuros de piel que eran los habitantes de la provincia de Jaén, -ya no somos así- un rey español, no sé si Carlos I, no me hagas mucho caso, envió a personas de países nórdicos de Europa, para "cruzarlos" con los Jiennenses y mejorarlos un poquito. Ello hizo que, con el paso del tiempo, existiesen muchas personas de pelo rubio en la provincia. Este hecho fue el que despertó la curiosidad de Ahnenerbe, que envió a sus investigadores a lo que se conoce como "Nuevas poblaciones de Sierra Morena", pequeños núcleos urbanos creados por Carlos III, entre los que se encuentran La Carolina, Aldeahermosa, Montizón, Venta de los Santos, etc. Muchos habitantes de esas nuevas poblaciones habían heredado el pelo rubio de los nórdicos, pero mantuvieron la picaresca de los españoles.
Un abrazo, Nikkita.
Vaya Perikiyo no tenia tanta información de Ahnenerbe, mil gracias por la aportación. Desde luego a picaresca no nos gana nadie, je, je.
La octavilla a mi me parecía casi un menú de bar, a falta del postre.
Un beso.
Cuando quieras pasa por mi blog, tienes un regalito.
Besinos.
Hola Perikiyo:
No se trataba de que los jiennenses fueran especialmente feos. Supongo que serían, poco más o menos, como el resto de los españoles. De lo que se trataba era de repoblar una zona que estaba prácticamente deshabitada. Para ello, Carlos III buscó extranjeros que fueran católicos y, a poder ser, que no fueran potenciales enemigos (lo que eliminaba a los franceses). Por eso se trajeron alemanes y también irlandeses ya que, además, tanto unos como otros pasaban algo de hambre entonces en sus países. ¡Qué tiempos, en que los alemanes venían a España buscando trabajo!
Un abrazo,
Y tanto duometri, después se giraron las tornas.
Gracias por la aportación.
Un saludo.
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