Como continuación a la entrada sobre el libro "Mauthausen 90.009", comienzo la historia de Antonio Muñoz Zamora, superviviente al campo de Mauthausen.
Antes de la invasión:
Comienza la historia de su vida narrando cómo el primer envite que le lanzó la muerte le sorprendió cuando tenia apenas dos años, allá por 1.921, cuando víctima de una fiebre repentina, es amortajado e introducido en un pequeño ataúd. Tras velarle y llorarle durante horas familiares y vecinos, una amiga de la familia quiso contemplarle por última vez, y al descubrirle la cara, Antonio gritó: ¡pan!... se le había abierto el apetito.
Su infancia fue normal, igual a la de cualquier niño de la época, trabajando más adelante como albañil haciendo chapuzas primero, y después en la construcción, en la obra de la carretera Almeria-Enix. Fue también aprendiz en una imprenta, que es donde aprendió a leer y escribir, hasta que presenció el asesinato de "El Santo", hecho que le marcó.
El segundo envite de la muerte le llegó tras un baño en la playa del Zapillo, cuando cogió su segunda pulmonía, pero dos meses después estaba recuperado.
En España, la gente empezó a pasar muchas necesidades, y Antonio empezó a rechazar un sistema que le resultaba injusto y del que no quería formar parte.
Cuando llegó la Guerra Civil, se alistó en el ayuntamiento para defender al Gobierno Republicano, mintiendo sobre su edad, apoyado por su padre, y aceptado sin remedio por su madre. Tenia 16 años, dijo tener 18.
Durante la guerra, cayó herido en Brunete, y durante el permiso que le dieron, volvió a su casa. Fue la ultima vez que vio a sus padres.
Cruzó la frontera con Francia el 9 de febrero de 1.939, junto al resto de combatientes republicanos. Entrando en Francia, con el consentimiento de ese país, el recibimiento que obtuvieron le resultó como una doble bofetada, la primera porque ver cómo les esperaban los gendarmes le resulto un golpe a su esperanza, y la segunda, porque uno de los gendarmes, sin motivo, se acercó a él y le abofeteó.
Los dos primeros días, permanecieron en un descampado de Le Boulou, donde pudieron comer gracias a las conservas y algunos alimentos básicos que llevaban los camiones republicanos que pudieron entrar en Francia. A los dos días, emprendieron una larga caminata hacia el campo de Argèles.
Al llegar al Campo, no había nada para refugiarse, ni nada para comer, solo alambradas, las ametralladoras con las que les vigilaban los senegaleses que estaban allí, y playa.
Canciones irónicas les apuntalaban la moral, y ayudaban a deshacer nostalgias, pero la supervivencia era otra cosa. Antonio sobrevivió gracias a una manta que tenia su amigo Rafael Méndez Morenos, que compartían para resguardarse del frío.
En Argèles concentraron a los integrantes del Ejército Republicano Español, pero también a mucha población civil. En una zona aparte había muchas mujeres con hijos pequeños, y separados por una alambrada, un grupo de cubanos que combatió contra la sublevación franquista.
Del campo no salia prácticamente nadie, pero a veces los gendarmes organizaban grupos y llevaban a los hombres a trabajar fuera, retornando al final del día.
Un tiempo después, desde el campo de Argèles, les trasladaron al de Barcarés, campo algo más organizado que el del que llegaban.
Tenía filas de barracas (islotes), y al menos dormían bajo techo. En este campo solo había españoles. Se reunían en la playa a hablar y se permitían tener mayor actividad política. Estando en Barcarés, se afilió al partido comunista.
De Barcarés, les llevaron de vuelta a Argèles. En esta segunda visita, el campo estaba algo más organizado. Se había distribuido por sectores, y en cada uno de ellos había un responsable español. Vivían en barracas, y eran los encargados de distribuir los alimentos que les empezaban a dar.
El gobierno francés, desbordado por la situación, decidió crear las Compañías de Trabajadores Extranjeros, en las que los españoles aportaron su mano de obra.
Estando en Argèles, encontró gente a la que conocía, como por ejemplo al comandante de su batallón, por cuya recomendación casi es fusilado por hablar e intercambiar tabaco con los soldados de una trinchera enemiga, y que al encontrarle, le pidió su perdón.
Tras otra temporada en Argèles, fue trasladado de nuevo, esta vez al campo de Bernet D'Arige, lugar de castigo donde les daban de comer un día si y uno no.
Estando en Bernet D'Arige, un grupo de amigos decidieron alistarse a la Legión, con la intención de fugarse del tren en el que les subirían para el traslado, pero los vagones estaban sellados y los policías les vigilaban, con lo que no pudieron cumplir su objetivo.
Al llegar a Marsella, la Legión no les aceptó, solo uno de ellos fue considerado apto, pero no fue Antonio.
De vuelta en Argèles, una compañía llamada Dodin seleccionó unos doscientos hombres y les llevaron a Brest, como integrantes de las Compañías de Trabajadores Extranjeros. Allí, Antonio trabajó en un grupo en el que no había más de 15 españoles, como empleado de la construcción en el puerto, y estuvo bien alojado en una casa grande que les proporcionó la empresa, aunque no tenían permitido pasear por la ciudad, hasta que un día, el subprefecto de Brest autorizó a la empresa a que en días alternos permitiera al grupo salir a pasear, dividido en dos, cada día podría ir a la ciudad una mitad.
En una plaza de Brest, había una gran pizarra donde el periódico El Telegrama renovaba con frecuencia las últimas noticias sobre la guerra mundial, y Antonio iba allí siempre que podía.
Uno de esos días, se disponían a leer el parte de guerra, cuando se encontraron con la noticia: "Francia ha sido invadida por los alemanes".
Angustia y tristeza es lo único que tenían. Y unos días después, no se sabe si por un doloroso equívoco o por una injusticia planeada con frialdad, un grupo de españoles fue detenido, acusados de alegrase de la invasión de Francia por el ejército. Les expulsaron de Brest, y, como castigo, debían volver a Argéles-sur-mer.
Hasta los policías sabían que la acusación era falsa, por lo que no entregaron el informe del subprefecto de Brest a la gendarmeria de Argèles.
Cuando llegaron de nuevo a Argèles, ya no quedaban tantos españoles. A muchos se los habían llevado.
Es increible la historia de este hombre. Un autentico superviviente acostumbrado a burlar a la muerte casi desde su nacimiento. Lo que le ocurrio de niño, cuando lo daban por muerto, ya es espeluznante. Si los gatos dicen que tienen 7 vidas, yo creo que él los gana. Porque es que pudo con todas las enfermedades, con el hambre, con los peligros de la guerra, con el trabajo duro y hasta con un campo de concentracion nazi. La cuarta parte hubiera sido suficiente para matar o volver loco a cualquier otro.
ResponderEliminarFeliz martes, madame
Bisous
lo de los refugiados republicanos en Francia casi parece una maldición bíblica...
ResponderEliminarse me ha encogido el alma al leerlo y al ver su cara, tiene una mirada tan cansada, me produce muchisima ternura
ResponderEliminarun beso guapaaa
Bueno madame, debe ser cierto eso de que "lo que no te mata te hace más fuerte", porque este desde luego es un claro ejemplo de ello. Vivió hasta los 84 años.
ResponderEliminarFeliz martes.
Besos
Jose Luis llevas razón, la mayoria son historias bastante poco comunes.
ResponderEliminarHola Amparo, guapa, preciosa apreciación, a mi también me inspira mucha ternura.
ResponderEliminarUn beso
Nikkita,que bella historía,parece realismo mágico,ese niño dado por muerto al que le quedaban por vivir muchas historías,vidas como esta nos hacen reflexionar y seguir adelante.
ResponderEliminarUn abrazo enorme,!campeona¡.
Cierto Clara, no hay como leer algunas biografías para ver que a veces nos lamentamos por tontadas ;)
ResponderEliminarMuchos besos.
Increible historia de supervivencia y lucha contra las adversidades. Una vida dificil y dura, de superación continua. Quedo espectante del resto de la historia asi como de todas las que publicas.
ResponderEliminarBuen día y un saludo afectuoso!!
Gracias Gil de Luna. La historia de Antonio Muñoz es una historia muy enriquecedora.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Nikkita.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Hoy estoy con un resfriado del copon y me es imposible de leer un articulo y concentrarme.
Que tengas un buen dia. Mañana atrapare el retraso.
Hola Oscar, mejórate.
ResponderEliminarBesos
Hola, querida Nikkita.
ResponderEliminarPues la azaroza vida de Muñoz Zamora a buen seguro que da para una película. Que de peripecias vitales, y que forma de crecerse ante la adversidad. Ya esperamos ansiosos la continuación...
Muchos besos
Hola Felix, buen apunte, porque efectivamente se crece ante la adversidad, pero no solo en esta parte si no a lo largo de toda su historia.
ResponderEliminarMañana seguimos con él.
Muchos besos
Hasta donde puede llegar la resistencia de una persona, me gusta leer todas estas entradas y al mismo tiempo se me encoge el corazón al pensar el sufrimiento de esas personas.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Higorca, ya te echaba de menos. Yo prefiero quedarme con la admiración que me despiertan ante la forma de vivir la vida que les toco.
ResponderEliminarUn abrazo
Estos personajes, efectivamente, son admirables por su coraje. Espero con impaciencia la continuación de su biografía.
ResponderEliminarGracias meg.
ResponderEliminarFeliz noche.
Resultan inverosímiles tantas calamidades. Y eso que lo gordo, viene ahora. Espero impaciente.
ResponderEliminarBesos.
Efectivamente Perikiyo...en breve llegará.
ResponderEliminarBesos
Me ha impresionado la vida de este señor en sus incios y veo que de verdad uno no muere en víspera... también tiene algo de real maravilloso, me imagino de la alegría de sus padres al descubrir que su hijo no estaba muerto, sino en estado ¿catatónico? Bueno Nikkita espero saber qué fue de la vida de este gran hombre con una mirada tierna.
ResponderEliminarBesos
Hola Orianna, imagino que los padres tendrían una mezcla de alegría y susto en ese momento.
ResponderEliminarBesos
Nikkita, he estado buscando info de "el santo" que dice que fue asesinado pero no encuentro nada, quien era?
ResponderEliminarQuería hacer un apunte, cuando dices que fueron trasladados de Argeles a Brest, puede parecer poca cosa, pero quería indicar que entre Brest y Argeles hay 1120 km aprox, imaginaros el viaje en esas condiciones.
Voy a seguir leyendo la parte dos
Hola Oscar. No sabia las distancias recorridas, gracias por el apunte porque si sin saberlo ya puedes imaginar cómo debían ser los viajes, sabiéndolo es aún peor.
ResponderEliminar"El Santo", no debe ser un personaje conocido porque no logré encontrar quién fue en realidad, por lo que no te lo puedo confirmar. Era el mote de uno de los participantes de una protesta acaecida en Almeria durante la guerra civil. Un día de camino a la imprenta, cuando Antonio tenia 14 años, paso por delante de los manifestantes y vio como la guardia civil apuntaba y mataba a ese hombre, que para él fue su primer muerto, y la primera víctima que vio del franquismo, por eso le caló tan hondo. Le indignó muchísimo.
Me puedo atrever a decir que puede que fuera un cura, porque por aquel entonces era un mote común.
Besos
Gracias por la info y por preguntar como estoy.
ResponderEliminarEstoy mucho mejor aunque aun un poco refriadillo, pero nada comparado como ayer.
Me alegro que estés mejor. Cuidadín con los peques.
ResponderEliminarSaludos.
he estado buscando en las hemerotecas de la vanguardia y abc Andalucía, y hay tanta cosa que no he podido terminar de hacerlo. se que el año fue 1933 cuando Antonio tenia 14 años, pero al no saber el mes es difícil, ya que manifestaciones al parecer había casi cada día.
ResponderEliminarHola Oscar, me dejas perpleja, yo en su momento no fui capaz de encontrar nada, y de hecho me acabo de volver a mirar el libro entero y no hace más referencia a él que la que te comentaba antes, no detallan fecha, ni quién era, solo que esa muerte fue la que le marcó por ser la primera que presenció.
ResponderEliminarLa editorial no tiene web para contactar con ellos, pero si quieres la semana que viene intento hablar con ellos a ver si pueden darme algún dato más.
Me has dejado impresionada.
El problema es que siendo la época que era, los periódicos estaban 'controlados' y dudo mucho que podamos encontrar 'asesinado por la guardia civil' he estado buscando mas algo como muerto en una manifestación en Almería en 1933...
ResponderEliminarLos resultados son demasiados amplios, ya que si miras por ejemplo una pagina del ABC o de la vanguardia de la época, (que están escaneadas) lo mismo tienes una noticia de Valencia y luego una de Almería y luego 3 de Zaragoza... y claro los resultados se falsean. A lo mejor con tiempo y paciencia se encuentra algo
Pues Oscar, de tiempo ando algo escasa, pero bueno, veré si puedo averiguar algo, aunque efectivamente será algo lento. Te iré contando.
ResponderEliminaruf! cuanto sufrimiento!
ResponderEliminarmañana sigo leyendo.
besos
Hola Vangelisa, que tengas buen día ;).
ResponderEliminarBesos